La selva de la provincia de Darién sigue siendo la puerta de entrada para los migrantes de las Antillas, África y Asia.
Así lo demuestran las estadísticas del Servicio Nacional de Migración, según las cuales, en 2019 ingresaron al país 23 mil 968 migrantes irregulares por la frontera con Colombia.
La cifra de migrantes del año pasado superó la reportada por las autoridades en 2017 y 2018 juntos.
De acuerdo con estos reportes, en 2017 ingresaron al país por Darién 6 mil 780 migrantes y 2018 lo hicieron 9 mil 222.
Darién, la ruta peligrosa por la que insisten los migrantes
Las caravanas de migrantes siguen ingresando por la provincia de Darién, a pesar de los peligros que representa transitar por esa zona selvática entre Panamá y Colombia.
Estadísticas del Servicio Nacional de Migración (SNM) detallan que en 2019 se mantuvo el flujo constante de migrantes irregulares atravesando esta frontera. En total, fueron 23 mil 968 las personas que decidieron arriesgar sus vidas el año pasado cruzando Darién, para luego seguir su camino hacia países de América del Norte, como Estados Unidos y Canadá.
Esta cifra superó el número total de migrantes que ingresaron a Panamá por Darién en 2017 y 2018 juntos (ver tabla de estadísticas).
Para tener una idea, solo en diciembre de 2019 llegaron a los albergues temporales habilitados en Darién mil 572 migrantes irregulares, de los cuales, el 74%, es decir mil 166, provenían de las Antillas (Haití y Cuba). El resto, de África, y Asia. En ese grupo de viajeros también venían 414 menores de edad.
Las autoridades de Migración y del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) también continúan deteniendo a migrantes con prontuarios delictivos en otros países y que podrían representar un peligro para Panamá. Por ejemplo, en 2019 informaron sobre la detención de 18 personas ligadas a grupos terroristas.
Asimismo, el pasado 20 de enero, el SNM informó sobre la captura en Darién de un peligroso ciudadano de nacionalidad ecuatoriana cuando intentó ingresar por esa inhóspita ruta.
Al suramericano se le realizó la prueba de captación biométrica para establecer o conocer si contaba con algún antecedente criminal y sus movimientos migratorios. El resultado fue que el migrante tiene múltiples antecedentes criminales cometidos en Estados Unidos, incluyendo robos, violación sexual y otros delitos menores. Después de esto, los agentes aplicaron las alertas de rigor y su retención inmediata.
Se conoció que el ecuatoriano registra varias entradas irregulares a Estados Unidos, donde ha sido detectado y deportado, según las leyes de ese país, como “extranjero inadmisible”.
Otro de los aspectos que precisó Migración es que esta persona utiliza 12 diferentes identidades, tal como quedó plasmado en cada aprehensión de la que fue objeto en Estados Unidos, por lo que es considerado una persona de riesgo para el país y la seguridad internacional y se ordenó su d retención para deportarlo.
El protocolo
Con la llegada del nuevo Gobierno en julio de 2019 y conociendo el elevado paso de migrantes irregulares que cruzaban por Darién, uno de los primeros movimientos de entidades como el Ministerio de Seguridad Pública, Migración y el Ministerio de Trabajo fue la creación de una mesa de trabajo para determinar el futuro de la política migratoria del país.
Una de las primeras declaraciones del ministro de Seguridad, Rolando Mirones, fue que no darían continuidad a la política adoptada durante el gobierno pasado de permitir los flujos migratorios controlados, debido a que propicia el tráfico ilegal de personas.
Sin embargo, la directora de Migración, Samira Gozaine, aclaró que a los migrantes que ingresan al país por Darién primero se les brinda atención médica, porque vienen en mala condiciones de salud, sobre todo los niños.
En lo concerniente a los infantes junto a sus padres, la funcionaria dijo que la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia les está dando asistencia y alimentación, y les habilita un lugar temporal donde estar mientras hacen el flujo controlado hacia Costa Rica desde Darién.
“Pasan al albergue temporal de Los Planes de Gualaca, Chiriquí, y de allí están pasando de 50 en 50 hacia Costa Rica”, puntualizó.
Sobre la mesa para crear la nueva política o ley migratoria, Gozaine manifestó que el equipo, conformado por varias entidades del Estado, está vigente.
Detalló que tienen el 31 de marzo como fecha límite para entregar el primer borrador de la ley, y una vez que lo tengan, convocarán al Consejo Consultivo para analizar el documento.
El llamado
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) hicieron en 2019 un llamado a las autoridades, con miras a proteger a los niños y adolescentes que, junto a sus familias, ingresaban al país por la frontera con Colombia.
En ese momento, el mensaje del Unicef-Panamá fue claro: la presencia de los niños, niñas y adolescentes migrantes en Panamá demanda una asistencia humanitaria, cuyo principal objetivo es salvaguardar su vida, seguridad e integridad.
Para Santiago Paz, jefe de misión de la OIM en Panamá, que forma parte del sistema de Naciones Unidas para el tratamiento de este problema en el mundo, 2019 fue uno de los años con mayor flujo de migrantes por este sector fronterizo.
Según Paz, el actual Gobierno sigue aplicando los protocolos de atención a esta población desde los albergues temporales, mejor conocidos como estaciones temporales de ayuda humanitaria. “Hay que seguir trabajando en ayudar a estas personas”, acotó.
A su vez, mencionó que esta migración “no es ocasional” y que con la llegada de la época seca a Panamá lo más probable es que se incrementen los flujos de migrantes, debido a que los ríos comienzan a bajar sus caudales y eso disminuye el riesgo de la travesía por la selva.
“Panamá debe seguir aplicando su manual de alojamiento temporal. Entidades como Migración y el Senafront han sido capacitadas para afrontar este tema”, añadió.
Por ahora, Panamá ha brindado a los migrantes servicios de salud, alojamientos temporales y en algunos casos alimentación. Desde 2016, la OIM viene trabajando con el Ministerio de Seguridad en un convenio marco y lo que se estableció fue un manual de alojamientos temporales, para que los sitios donde se les brinda alojamiento a estas personas [estaciones temporales] cuenten con estándares internacionales que permitan que los migrantes tengan derechos básicos.
Las muertes
Por su parte, el director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Vicente Pachar, informó que el proyecto de desarrollar un “cementerio humanitario” para migrantes en Darién sigue vigente con la Cruz Roja Internacional.
Pachar calculó que en los últimos tres años han muerto unas 50 personas de diferentes nacionalidades que arriesgaron sus vidas intentando cruzar la selva entre Colombia y Panamá.
“Esta cifra es una estimación y se refiere solo a los migrantes encontrados muertos; sin embargo, hay muchos cadáveres en la selva a los que hay que dar la debida sepultura”, expresó.
En cuanto al avance de la iniciativa, el médico forense explicó que la Cruz Roja les donó los planos del cementerio y que ahora están en búsqueda de un terreno en Darién.
“Este año pondremos en marcha la fase preliminar del proyecto y queremos ejecutar la obra en sí durante el año 2021”, apuntó Pachar.