Panamá alcanzó ayer el 42.9% de positividad de casos de la Covid-19, el porcentaje más alto reportado a la fecha, en función de las 3,590 pruebas de diagnóstico efectuadas en las últimas 24 horas.
Lo anterior quedó reflejado en el informe epidemiológico del Ministerio de Salud (Minsa), según el cual el porcentaje más alto registrado se alcanzó el pasado 1 de junio ( 41.3%), pero en ese momento solo se efectuaron 905 pruebas diagnósticas.
Lo ideal es que este indicador epidemiológico esté por debajo de 10% , es decir, se debe llegar a que por cada prueba positiva haya 10 negativas. Sin embargo, la positividad es tres veces mayor (42.9%).
El informe también permite establecer que van seis días consecutivos con más de 1,000 nuevos casos. Ayer hubo 1,540, y 23 decesos. El pasado domingo los nuevos contagios sumaron 1,301, y los fallecimientos 16.
El país tiene 47,173 casos acumulados de la enfermedad, de los cuales 932 corresponden a personas fallecidas, 23,919 a pacientes recuperados, 21,158 a personas en aislamiento domiciliario y 1,164 a hospitalizados (1,005 en sala y 159 en unidades de cuidados intensivos.
Los indicadores que muestran un control de la epidemia, como positividad de pruebas, número de nuevos casos, valor promedio de la transmisión del virus, pacientes hospitalizados en salas y unidades de cuidados intensivos llevan varias semanas empeorando.
Compleja semana en la lucha contra el virus
Panamá enfrenta una semana difícil en el control de la epidemia de Covid-19, ante el crecimiento diario de casos.
Los datos epidemiológicos del Ministerio de Salud (Minsa) permiten establecer que para esta semana se esperan entre 1,207 y 1,249 casos nuevos diarios de la enfermedad.
Así lo planteó el epidemiólogo e investigador de Salud Pública afiliado académicamente a la Florida State University, Arturo Rebollón, quien añadió que para la semana epidemiológica que va del 12 al 18 de julio se proyectan entre 8,541 y 8,745 casos nuevos; y las muertes se estiman entre 223 y 261.
Rebollón recordó que la semana epidemiológica pasada los nuevos casos cruzaron la línea de los 7,000.
De hecho, la semana del 5 al 11 de julio se contabilizaron 7,349, y 173 fallecidos, y la semana del 28 de junio al 4 de julio, 6,325 casos y 128 decesos.
Ante el crecimiento de casos, la Sociedad Panameña de Medicina Interna recomendó al Gobierno establecer una cuarentena total y obligatoria en las provincias de Panamá, Panamá Oeste y Chiriquí por al menos 15 días.
Sobre esto, Rebollón indicó que la cuarentena es una herramienta útil, y que la última revisión muestra que la cuarentena por Covid-19 menos eficiente bajó un 30% los casos esperados.
Para Rebollón, una cuarentena más estricta tendría mejor efecto si se conecta con factores de cumplimiento, como son apoyo económico para que la gente no tenga que salir de su casa, aislar las personas en sitios de su comunidad como gimnasios, casas comunales y escuelas, y mejorar la comunicación de las autoridades, ya que esto genera confianza. “No es solo decir que hay que hacer sino decir cómo llegaste a esa conclusión y cómo lo vas a hacer”, adujo Rebollón.
Mientras, el exdirector del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud y exsecretario nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Jorge Motta, planteó que una cuarentena total es un retroceso en la normalización de la vida de los panameños, y generaría una alta probabilidad de ser incumplida por aquellos que necesitan ganarse la vida diariamente.
Motta sostuvo que de no reforzarse significativamente las otras medidas, como la realización de pruebas y trazabilidad –algo que se debió haber hecho durante los primeros 2 meses–, al final de esas dos semanas los casos volverán a subir.
“Debemos continuar y reforzar medidas, no avanzar en los bloques que tenemos en Panamá y Panamá Oeste, y aplicar todas las medidas que sabemos que funcionan como máscaras, distanciamiento físico e higiene de manos y superficies”, acotó.
Con respecto a la situación en los hospitales, Motta expresó “que la situación de desbordamiento en los hospitales y el agotamiento del equipo de salud es algo crítico y muy inquietante que debe de recibir una atención diaria y un apoyo irrestricto. No debemos de mirar para atrás, debemos ser propositivos y mantener un diálogo racional y abierto para salir de esto”.
Jorge Luis Prosperi, exrepresentante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) comparte los planteamientos de Motta en cuanto a que una cuarentena absoluta no es la solución.
Prosperi añadió que el país aún está a tiempo de frenar la escalada de casos y defunciones, siempre y cuando todos se mantengan enfocados y cada uno cumpla responsablemente con su parte. Por ejemplo, enumeró, hay que seguir esforzándose por llegar a las 4,000 pruebas diarias; sumar más personas al rastreo de casos y contactos; garantizar (obligar) el aislamiento en hoteles de todos los que no tengan las condiciones en casa; habilitar por lo menos 1,000 camas adicionales.
Además, manifestó que llegó la hora de contratar los profesionales que hagan falta, aprovechando la oferta internacional con formación y experiencia demostrada disponibles, ya que no hay suficientes médicos y enfermeras y los que están trabajando están al borde del colapso por el agotamiento y no van a soportar el aumento de casos sostenido que se está dando y que se mantendrá.
“Y no menos importante es que el gobierno garantice la contratación adicional de médicos generales nacionales para apoyar la atención en el primer nivel, en los hoteles-hospitales y el proceso de rastreo y aislamiento de casos y contactos”, remarcó.
El tema de las próximas medidas adoptar fue discutido ayer entre el presidente de la República, Laurentino Cortizo, representantes de los gremios empresariales del país, ministros de Salud, Economía y Finanzas, Desarrollo Social, Trabajo y Desarrollo Laboral y Comercio e Industrias y los médicos del Consejo Consultivo de Salud.