El empresario Aaron Ronny Mizrachi figura en dos resoluciones judiciales diametralmente opuestas conocidas ayer en el palacio de justicia Gil Ponce.
Por un lado, el juez duodécimo penal, Óscar Carrasquilla, emitió un fallo el pasado 12 de septiembre, en el que le negó a Mizrachi una petición de fianza para no ser detenido, como parte de la investigación por presunto blanqueo de capitales relacionada con los sobornos de Odebrecht.
Carrasquilla desestimó la petición con el argumento de que, hasta la fecha, Mizrachi no ha rendido declaración indagatoria ante la Fiscalía Especial Anticorrupción, lo que puede ser considerado como una negativa a esclarecer los hechos.
Asimismo, señaló que Mizrachi posee los recursos económicos para ausentarse del proceso y la investigación que realiza la Fiscalía no ha sido terminada, pues está pendiente que se resuelva un amparo interpuesto por la fiscal Zuleyka Moore para que se le conceda una nueva prórroga.
El juzgado también concluyó que existe la posibilidad que Mizrachi pueda destruir o afectar pruebas, por el hecho que no ha comparecido a la fiscalía para rendir indagatoria. El paradero de Mizrachi es desconocido.
La otra resolución
Por otra parte, el juez séptimo penal, Luis De León Guardia, en fallo del pasado 21 de agosto, otorgó a Mizrachi una fianza de $200 mil dentro del proceso que se le sigue por presunto lavado de dinero a través de la extinta casa de valores Financial Pacific (FP).
Mizrachi es investigado en este caso por su presunto vínculo con la cuenta High Spirit Overseas Ltd, supuestamente utilizada por FP para mover títulos valores que la Fiscalía Séptima Anticorrupción presume provenían de actividades ligadas con el blanqueo de capitales.
De León impuso a Mizrachi una medida de impedimento de salida del país, que entrará en vigencia cuando consigne la fianza.
