Un regalo le llegó a la diputada y ahora presidenta de la Asamblea Nacional Yanibel Ábrego, por parte de la Autoridad Nacional de Administración de Tierras (Anati), en julio de 2012.
Una propiedad de más de 90 mil metros cuadrados, ubicada en Cirí Grande, en Capira, le costó 60 dólares, es decir, el metro cuadrado no llegó a costar ni medio centavo, sino una milésima de centavo. En la resolución de la Anati se indica que la venta de la finca sería a “título oneroso”, pero resultó casi un obsequio, pues por ese dinero obtuvo 9 hectáreas 3 mil 509 metros cuadrados de tierra que colindan con río Indio y la calle río Indio de los “chorros de jordanal”.
AHORA EN CLAYTON
En 2014, Ábrego aumentó la cantidad de bienes a su haber con una propiedad más en la capital. Adquirió un apartamento en el Country Club, en Clayton, por cerca de un cuarto de millón de dólares. Para la adquisición del bien, la diputada entregó 48 mil dólares al vendedor, quien aseguró haberlo recibido “a entera satisfacción”.
En el documento, al que este medio tuvo acceso, no se describe si el dinero fue entregado en efectivo o de alguna otra forma. Una de las cláusulas del contrato de compraventa indica que la compradora aseguró que “conoce y se hace responsable del origen legal de los dineros con los que cancela el precio” del inmueble. En la documentación que se encuentra en el Registro Público, se indica que la entrega del resto del dinero, 192 mil dólares, se haría a través de un banco de la localidad. El pago se cancelaría en cinco años, con prórroga de dos años más.
La diputada, que había llegado a una curul como independiente en 2009, pero que poco después se unió al entonces partido oficialista Cambio Democrático, logró adquirir más terrenos.
Por ejemplo, en 2013 hizo una transacción poco común. Vendió tres fincas que estaban a su nombre a la Fundación Yem, que también le pertenece.
La razón no se explica en la extensa documentación, pero sí deja claro que el costo de cada finca sería de 1 dólar.
La propiedad, donde se ubica la casa de playa con piscina en Cermeño, Capira, también fue trasladada a la Fundación Yem. Dicha propiedad, que se encuentra en la cumbre de la isla Majagual, con calle privada y dos accesos exclusivos a la playa, tiene una de las vistas más privilegiadas de la zona, mientras que sus vecinos más próximos, los pescadores, temen ser sacados de los alrededores.
Mientras tanto, en el Registro Público se puede observar que Ábrego compra terrenos a bajos precios en Capira y luego algunos los vende por más de 10 mil dólares.
