Luego de 11 días de haberlo cerrado, finalmente los moradores de la comunidad de El Espino de Santiago, provincia de Veraguas, decidieron abrir el vertedero a cielo abierto que opera en este lugar, para que los carros compactadores de la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario viertan los desechos, siguiendo un control sanitario.
Desde el pasado 31 de diciembre, los residentes de las áreas cercanas al basurero lo cerraron, al aducir que es foco de enfermedades, por lo que insistieron en que los desechos que allí se depositen estén bajo una estricta vigilancia epidemiológica, para evitar la contaminación de las fuentes hídricas y el ambiente.
Samuel Rodríguez, miembro de la junta de consenso de El Espino, explicó que aceptaron la apertura del vertedero, porque observaron las dificultades que enfrentaron las autoridades para poder controlar una posible epidemia, dada la acumulación de desperdicios en el distrito de Santiago.
Durante la crisis sanitaria, unas cuatro toneladas de basura fueron vertidas en el distrito de Soná, mientras que hacia Aguadulce, provincia de Coclé, se trasladaron otras mil toneladas de desechos.