El presidente de la Asamblea Nacional, Sergio Gálvez, que es criticado por la compra de 30 mil jamones con dinero público ($675 mil), fue recibido con abucheos cuando se presentó a realizar una donación para el teletón 20-30 que se llevó a cabo en el teatro Anayansi, de Atlapa.
“Dejen hablar al Chorrillo”, expresó Gálvez, que intentaba explicar su donación personal. “Si siguen así no hay jamón”, le dijo Gálvez al público, que le comenzó a reclamar: “¿y los jamones?”.
Gálvez se retiró y pudo decir que la donación total de la Asamblea Nacional fue de $90 mil. Ahí fue donde el público aplaudió.
La donación consistió en $50 mil de la Asamblea; $20 mil de los diputados y otros $20 mil de dos meses de salario y de gastos de representación de Gálvez, según señaló el diputado.
Magaly Castillo, de la Alianza Ciudadana pro Justicia, como Maribel Jaén, de la Comisión de Justicia y Paz, consideraron que el “abucheo que recibió Gálvez es una expresión de rechazo al clientelismo político”.
“Ojalá que la población rechace siempre el juega vivo y el clientelismo político con más fuerza, porque verdaderamente da vergüenza, porque le hace mucho daño al sistema democrático panameño”, destacó Castillo.
Por su parte, Jaén opinó que ya es intolerable esta forma de hacer política en Panamá.
“Yo creo que en el fondo el problema viene siendo siempre el tema ético en política, porque no debe ser el hecho de hacer favores, sino el compromiso de servir al bien común que debe traducirse en políticas públicas”, indicó.
Esmeralda de Troitiño y Rolando Murgas, miembros de la comisión de notables que redactó un proyecto de reformas constitucionales, señalaron que si los gobernantes no van a limitar el poder que tienen y el uso de recursos del Estado para regalos y prebendas, esto muestra el abuso de poder y el desprecio que le tienen a la opinión pública.