El debate se ha convertido en un lugar de liberación para Fernando Broce, capitán del equipo del Instituto Pedagógico que representará a Panamá B en la Copa Nacional de Debate.
“En mi vida cotidiana no refuto lo que me dicen las personas, no busco problemas, pero en debate puedo defender un punto y la gente no me va a ver mal. Utilizo esa agresividad que no uso en mi vida cotidiana. Y ahora puedo sostener mis ideas”, dice Broce.
Karla Aparicio, quien también pertenece al equipo, destaca que a través del debate se construyen habilidades para el trabajo en equipo, lo que, sostiene, será de gran ayuda en el futuro.
Josiel Díaz, por su lado, afirma que gracias a esta disciplina adquiere mayores conocimientos y habilidades que pondrá en práctica en su vida adulta.
“Debemos tratar temas polémicos, como la educación sexual, el medio ambiente, porque tenemos muchos problemas con eso. Debemos ver cómo podemos mejorar nuestro país”, acota Ana Domínguez.
El profesor que coordina el equipo, Raúl Ramos, de la cátedra de sicología, afirma que “el debate fomenta el pensamiento crítico, la fluidez de ideas, la cohesión de grupo, y dan lo mejor de sí”.
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