El Municipio de Panamá informó ayer que instaló una “mesa de trabajo” en la que participarán representantes del Club de Yates y Pesca, así como del hotel Miramar Intercontinental, ya que ambas marinas quedaron en el área de influencia del proyecto de recuperación de playas.
La información la dio el alcalde del distrito de Panamá, José Luis Fábrega, en una rueda de prensa, en la que estuvo acompañado por Emilio Palomeras, presidente del Club de Yates y Pesca y José Bern, vicepresidente de Empresas Bern; además del gerente del Programa de Saneamiento de la bahía de Panamá, Alexis Botacio.
Fábrega explicó que tanto el Club como el Miramar se “integrarán” al proyecto de recuperación de playas, que lo que buscan es que ambas concesiones se conviertan en una “mega marina”. “El objetivo es integrar a todas las partes”, indicó.
Eso implicaría modificar las concesiones que tienen allí ambas sociedades. No sería la primera vez.
La concesión del Club de Yates y Pesca data de 1959, cuando, a través de la Ley 3 del 26 de enero, la Nación traspasó a título gratuito a la sociedad Club de Yates y Pesca, un lote de 8 mil 088 metros cuadrados, el cual se constituyó en la finca 30147.
Cuando el Club vivió una situación similar a la que se presenta con este proyecto –al empezar la fase 1 de la cinta costera a fines de la primera década del 2000–, a cambio de devolver el área objeto de la concesión y sus mejoras, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) le cedió 3 hectáreas de las 35 que se rellenaron. Además, la Autoridad Marítima emitió concepto favorable sobre un área de fondo de mar para las actividades del club por 20 años.
Lo anterior, a pesar de que la ley de 1959 estableció que el lote cuya cesión se autorizó revertiría “gratuitamente al Estado, con todas sus mejoras en caso de que por el proyectado relleno de la Bahía o cualquiera otra obra portuaria de interés nacional no pueda dedicarse a los fines motivo de la cesión”.
En el caso del hotel Miramar Intercontinental, tiene una concesión de fondo marino que viene desde su construcción, hace 20 años aproximadamente.
El estudio ambiental
El alcalde también informó que ayer publicaron en Panamá Compra la licitación del estudio de impacto ambiental categoría III para este proyecto, de manera que todas las empresas interesadas puedan presentar sus propuestas.
Según el pliego de condición es para este acto público el proyecto de recuperación de playas contempla tres rellenos de arena frente al mar.
La primera sección de arena comprende desde el Mercado del Marisco hasta el Club de Yates y Pesca: la segunda será frente al hotel Miramar, y la tercera irá desde el hotel Miramar hasta la desembocadura del río Matasnillo. Además, se hará un enrocado (muro de protección de roca) en este afluente.
Fábrega precisó que la obra abarca 1.8 kilómetros de longitud, y que el relleno de arena provendrá del fondo marino, a unos 15 kilómetros mar afuera. Calculó en 36 meses el plazo para ejecutar la obra, y el costo, en $120 millones.
El alcalde reconoció que “no necesariamente” las aguas de la zona estarán saneadas por completo en 2022, cuando el proyecto culmine, pero que trabajarán de la mano con el Programa de Saneamiento para recuperar la calidad del mar frente al proyecto.
“Nada va a ser de espalda a los ciudadanos ni de la empresa privada. Esto no va a perturbar la movilidad de la zona y la vida cotidiana de los panameños. Vamos a trabajar desde el mar”, afirmó.
El vicepresidente de empresas Bern subrayó que están de acuerdo con que se modifique la concesión que tiene el Miramar: “Si ves la concesión con la marea baja, realmente no es la mejor. Se acumula mucha lama y deben haber algunos cambios”.
Además, argumentó que la categoría III que tiene el estudio ambiental es una muestra de la seriedad que tiene este nuevo proyecto.
El presidente del Club de Yates y Pesca sostuvo que “colaborarán” con el proyecto en lo que puedan. “Nos parece bueno para la ciudad de Panamá. Tenemos que modificar la pisada del mar [concesión] y colaboraremos con el alcalde”, dijo.
Desde el punto de vista técnico, Tomás Sosa, director de proyectos especiales del Municipio de Panamá, subrayó que el Estado tendrá que reformar la concesión, porque probablemente el club [Yates y Pesca] tendrá que adentrarse más en el mar, algo que les conviene porque requieren para sus actividades más fondo marino. Mientras, el área que ocupan actualmente será rellenada y utilizada por el Municipio para construir anfiteatros u otros espacios públicos para las personas que frecuentarán la zona.