Alto, ‘soy diputado suplente’

Alto, ‘soy diputado suplente’


En una foto que publicó en su cuenta de Instagram, Abilio Anel Corrales Frías luce como el político “políticamente correcto”: saco oscuro, camisa blanca y corbata púrpura. “Hoy sesionando AN [Asamblea Nacional]”, escribió debajo de la imagen.

+info

Campaña electoral en el 8-10, vinculada con pandillero

Corrales es el diputado suplente de María Chelita Delgado, quien representa al circuito 3-1 (Colón) en la Asamblea Nacional, por el Partido Revolucionario Democrático (PRD).

Pero Corrales no solo presume de su condición de diputado en las redes sociales. A veces la usa para asuntos más complejos: como evitar una investigación judicial, por ejemplo.

Ocurrió el 13 de mayo de 2016, cuando la Fiscalía Segunda Especializada en Delitos Relacionados con Drogas allanó su negocio –donde también está su casa–, la parrillada, jardín y pista Paty, ubicada en la barriada Giral, en Buena Vista, distrito de Colón.

Alto, “soy diputado suplente”, le contestó el político a las autoridades, al tiempo que enseñaba el carné que le dio el Tribunal Electoral, en el que consta que efectivamente tiene ese cargo.

La trama

El cara a cara del diputado suplente con las autoridades era uno de los momentos cumbre de la Operación Giral: la fiscalía estaba tras la pista de un Mitsubishi Montero de color azul con placa 428309, que estaría transportando “una cantidad importante de sustancias ilícitas”, que estaba oculta en una finca de nombre Madriñán, ubicada en el corregimiento de Santa Rosa, en Colón.

En la propiedad, personal de la Policía Nacional y de la fiscalía – de acuerdo con documentos judiciales que sustentan el caso– encontró un campamento improvisado, y en una estructura de cemento con apariencia de abandono, hallaron una serie de paquetes escondidos entre la maleza. Una prueba reveló que contenían cocaína. En total eran mil 237 paquetes o más de 1.3 toneladas.

En medio de la pesquisa, la fiscalía entrevistó a un hombre que narró que la propiedad no era de él, sino que se la habían arrendado a la señora Sidia de Madriñán, y que el 8 de mayo de 2016 vio un camión y una camioneta azul (montero Mitsubishi) saliendo de la finca.

Aseguró no recordar quiénes manejaban los vehículos, pero sí reveló que en el vidrio delantero del camión decía: Pista Paty.

En realidad, de acuerdo con las pesquisas, quien habría alquilado la propiedad habría sido Corrales. El propósito: ponerla al servicio de un hombre llamado Heriberto, quien trabaja directamente con el colombiano Didier Gallego Gentiva, que estaría vinculado a un clan que trafica drogas.

Pero Corrales, El Gordo, como se le conoce, no solo habría gestionado el alquiler de la finca, sino que además se habría encargado de temas logísticos: la recepción de la sustancia, el almacenaje y hasta de la alimentación de los hombres que trabajaban en el lugar.

El día que la Policía allanó la parrillada Paty, también revisó el Mitsubishi Montero de color azul, con placa 428309, que está ligado a Corrales. Una prueba de ion scan le detectó rastros de cocaína y metanfetamina.

Corrales, en su defensa, contó a las autoridades que el carro no era de él, sino que un amigo “se lo dio a cuidar” por tres días.

Sin investigar

Como Corrales es diputado suplente, el caso fue remitido a la Corte Suprema de Justicia. El expediente llegó a la máxima corporación de justicia el 6 de septiembre de 2016, y el 19 de octubre de ese año, el pleno admitió el caso. Asignaron al magistrado Abel Zamorano como fiscal y a Harry Díaz como juez de garantías.

Por esos días, ya el PRD adelantaba elecciones para renovar sus autoridades. Corrales estaba compitiendo como director de área de organización del PRD, pero curiosamente no de Colón, sino de Bocas del Toro, por lo que tenía fuero penal electoral. Entonces, la Corte pidió al Tribunal Electoral que le levantara esa coraza para investigarlo.

Antes de eso, el diputado suplente también se había postulado para delegado del PRD, pero en esa ocasión sí fue por una población de Colón, por lo que había estado cobijado por una sucesión de fuero tras fuero.

El 12 de abril de 2017, el Tribunal Electoral decretó sustracción de materia del caso, porque el fuero se había vencido el 25 de febrero de 2017.

Corrales siguió su camino político sin ningún tropiezo, mientras el caso seguía paralizado. En las primarias del PRD compitió para obtener la candidatura a diputado en el circuito 3-1, se enfrentó incluso a su principal, Chelita Delgado, pero no obtuvo los votos.

Mientras tanto, el caso no ha registrado ningún avance en la Corte. Está como el primer día.

Corrales, en tanto, publica fotos en las redes sociales en las que se le ve acompañado de personajes de alto perfil de su partido; y su esposa, Gisela de Corrales, es la candidata a vicealcaldesa de Alex Lee, candidato a alcalde por el PRD en Colón.

La política y el narco, vínculo que penetra campañas

 

Alto, ‘soy diputado suplente’El vínculo entre la política y el narcotráfico también alcanza al oficialista Partido Panameñista. La campaña política de Elías Vigil, candidato a diputado del circuito 8-10, estaría siendo apoyada por Carlos Roberto Aguilar Becerra, alias Rober, vinculado con una pandilla conocida como HP, que las autoridades locales asocian a actividades delictivas, como extorsión, robo, asesinatos y crimen organizado. La hermana de Vigil tiene una relación sentimental con Rober.

LAS MÁS LEÍDAS