La magnitud de la inundación registrada la madrugada de este martes tomó por sorpresa a los pobladores de tres comunidades del corregimiento de Puerto Caimito, distrito de La Chorrera, en Panamá Oeste, al igual que a las familias de pescadores artesanales de El Rompío, en playa El Salado de Aguadulce, provincia de Coclé, y en Barú, provincia de Chiriquí.
Puerto Caimito
Simón Amores, con 79 años de vivir en Puerto Caimito, asegura que nunca el nivel de agua subió a más de un pie de altura dentro de las casas durante estos aguajes.
Las comunidades más afectadas por la marea de 18.6 pies fueron Kosovo, Los Uveros y El Astillero, todas en la cabecera de Puerto Caimito, además del corregimiento de Playa Leona.
Agentes del Servicio Nacional Aeronaval asignados a este corregimiento colaboraron para extraer el agua de las viviendas inundadas.
Zuleika Huertas, quien reside en Los Uveros, narró que el “agua de mar entró por el estero y entre los manglares, aunque afortunadamente no hubo resaca, de lo contrario los daños hubieran sido peores”.
En el poblado de Kosovo, uno de los más afectados por la marejada, los pobladores insistieron al Gobierno que los reubique, tal como se hizo en 2011 con 12 familias que vivían en un área inundable.
César Lange, director nacional de Búsqueda y Rescate del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), indicó que el saldo preliminar es de 132 casas y 500 personas afectadas.
Una de las medidas de precaución adoptadas fue la evacuación de todas las familias en donde el nivel del agua superó el 1.5 pie de altura, las cuales fueron trasladadas a una iglesia del lugar en la que se dispuso de alimentos y frazadas.
Con base a la magnitud de las afectaciones, el consejo municipal de La Chorrera aprobó ayer una resolución en la cual solicita al Gobierno declarar zonas de emergencia las áreas afectadas en Puerto Caimito.
El Rompío, aguadulce
En tanto, en El Rompío de playa El Salado, distrito de Aguadulce, en Coclé, en la residencia de Jessenia de Gracia todos dormían cuando despertaron y advirtieron que la casa estaba inundada.
“Se mojaron todos los enseres: la estufa, el televisor, las camas, la ropa, todo. Esperábamos un aguaje, pero nunca que se nos inundara la casa”, contó.
La situación se ha tornado un poco más delicada, ya que algunos alegan que el agua potable de las tuberías tiene un sabor salado y algunas residencias que tienen letrinas se desbordaron.
Además, la escuela multigrado de playa El Salado también se vio afectada porque se mojó todo el material didáctico. Las clases debieron ser suspendidas hasta que pasen las mareas altas.
Aracelis Aguilar, directora regional de Vivienda en Coclé, indicó que a unas 32 familias se les inundaron sus casas. Jorge Herrera, alcalde de Aguadulce, dijo que se coordina con el Despacho de la Primera Dama la distribución de frazadas, colchones y alimentos secos.
En tanto, en Barú, provincia de Chiriquí, solo dos viviendas sufrieron los embates de la gran marea.
A LA ESPERA
Pero el susto de los moradores de Puerto Caimito, El Rompío y Barú no ha pasado, ya que se esperaba que esta madrugada (miércoles) se diera una marea de 18.9 pies, algo para preocuparse.

