Antonieta Mendoza, madre del líder opositor Leopoldo López, preso en una cárcel militar a las afueras de Caracas, denunció ayer que el Gobierno venezolano “persigue y vigila” a “cada uno de los miembros” de su familia por la labor que desempeñan “en la lucha por las libertades”.
“Cada uno de los miembros de la familia está perseguido y vigilado”, aseguró Mendoza a la emisora Caracol Radio, y definió a sus seres queridos como “la roca en el zapato” del Ejecutivo de Nicolás Maduro.
La madre de López expresó que su hijo está vigilado por cinco cámaras de vigilancia que invaden su privacidad. Además, contó que el pasado domingo, cuando lo visitó, los guardias de la prisión le quitaron un mensaje que le escribió el opositor enumerando productos que quería que le llevara.
Mendoza indicó que la vida de sus hijos y su marido “ha dado un giro de 180 grados” desde que la actividad del líder de Voluntad Popular despuntó, y sostuvo que lejos de amilanarse por la condena a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de prisión que su hijo recibió el 10 de septiembre, toda su familia “está cohesionada en esta lucha por las libertades”.
López, explicó, está aislado y permanece hasta “11 horas a oscuras”, lo que su madre consideró“parte de la tortura psicológica a la que está sometido”.
El opositor pasa su día a día leyendo cuanto le pueden llevar quienes lo visitan y también escribiendo un libro “sobre el petróleo en Venezuela”, que probablemente estará listo para finales de este año, anticipó Mendoza.
López fue condenado por los cargos de instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio tras los actos violentos que se produjeron luego de una manifestación contra el Gobierno en febrero de 2014. Las protestas se dieron durante unos 4 meses y dejaron como saldo 43 muertos.
Su sentencia ha recibido un fuerte rechazo internacional y un incremento de las críticas al gobierno de Maduro.