Las autoridades del Ministerio de Salud (Minsa) arrancaron con las reuniones para reactivar la Ley 33, de 26 de junio de 2009, que crea el Programa de Fortificación de Arroz.
La normativa obligaba al Estado a fortificar el arroz blanco con ácido fólico, complejo B, hierro y zinc. No obstante, desde su creación, se ha avanzado muy poco en su implementación.
Según el viceministro de Salud, Luis Francisco Sucre, la fortificación del arroz ayudará a la buena alimentación de los niños, ya que los infantes de las áreas de difícil acceso no reciben los alimentos con los nutrientes requeridos.
“Este déficit causa retraso en la madurez mental de nuestros niños, dificultad en el aprendizaje y hasta el crecimiento de niños con espina bífida”, agregó.
De hecho, estadísticas del Ministerio de Salud dan cuenta de que cada año en el país nacen unos 100 bebés con defectos de tubo neural, lo que se conoce como espina bífida. De estos, 32 mueren y 67 sobreviven, pero con ciertas discapacidades, ya que el recién nacido puede venir con daños en su sistema nervioso o médula espinal.
Durante su gestión –en 2017–, el entonces ministro de Salud Miguel Mayo envió una nota al Ministerio de Desarrollo Agropecuario solicitando la implementación de esta ley, con el argumento de que si todas las mujeres en condiciones de quedar embarazadas consumieran 400 miligramos diarios de ácido fólico se podría prevenir en un 50% y 70% los casos de espina bífida. Solo a finales de 2018 se implementó un plan piloto en algunos centros escolares del país, sobre todo de la provincia de Veraguas.
Además de Sucre, en el encuentro de ayer para retomar este programa estuvo presente la primera dama, Yazmín Colón de Cortizo.
