Jesús Ramos Rodríguez, locutor de un programa de noticias en la radio de Tabasco, se convirtió ayer en el segundo periodista asesinado en México este año.
El periodista murió “a causa de heridas producidas por impacto de proyectil de arma de fuego”, informó la Fiscalía de Tabasco en un comunicado.
El homicidio ocurrió “en un restaurante de la ciudad Emiliano Zapata”, cerca de la frontera con Guatemala.
Según el diario El Universal, Ramos habría recibido más de ocho tiros de su agresor, quien, según los primeros testimonios, descendió de su vehículo y se dirigió directamente al lugar donde estaba el comunicador y le disparó a quemarropa”.
El periodista, conocido como Chuchín y quien conducía desde hace varios años el noticiero “Nuestra región hoy”, en la estación 99.9 FM, desayunaba cuando ocurrió el ataque.
Según versiones recopiladas por el diario Heraldo de México, Ramos estaba con Armín Marín, exalcalde de Emiliano Zapata.
La Fiscalía de Tabasco inició una investigación y dio parte a la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Libertad de Expresión.
Tabasco, que colinda con Guatemala y el golfo de México, es territorio disputado por carteles narcotraficantes que, muchas veces con la connivencia de autoridades corruptas, se dedican también al robo de combustible, a la trata de personas y al secuestro y extorsión de comerciantes y migrantes.
El 21 de enero pasado, las autoridades mexicanas informaron del asesinato del periodista Rafael Murúa, director de una radio comunitaria en el estado de Baja California Sur.
Murúa había denunciado amenazas y estaba bajo custodia del organismo del Gobierno para la protección de periodistas.
Estos dos casos, en lo que va de 2019, se suman a la lista negra de más de 100 comunicadores asesinados en México desde 2000, según Reporteros sin Fronteras, con sede en París.
En 2018, 10 comunicadores fueron abatidos en diversas partes del país. La gran mayoría de esos homicidios permanece impune.