El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, condicionó ayer la ayuda del G7 para combatir los incendios en la selva amazónica a que el presidente francés, Emmanuel Macron, retire sus “insultos”, por declaraciones que cuestionaron la capacidad brasileña de preservar esa zona esencial para el planeta.
“Primero, el señor Macron debe retirar los insultos que hizo contra mi persona. Primero me llamó mentiroso y después, por informaciones que tuve, [dijo] que nuestra soberanía en la Amazonía es una cuestión abierta”, dijo Bolsonaro a periodistas que le preguntaron sobre el anuncio de su principal ministro de rechazar la ayuda del G7 de $20 millones para combatir los incendios.
La tensión con Francia –que se suma a las controversias recientes de Brasil con otros países europeos por la política amazónica de Bolsonaro y amenaza un acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur– contrasta con los elogios a Bolsonaro de su aliado estadounidense, Donald Trump. “He llegado a conocer al presidente Jair Bolsonaro bien por nuestra relación con Brasil. Está trabajando muy duro en los incendios en la Amazonía y en todos los aspectos está haciendo un gran trabajo por la gente de Brasil”, tuiteó Trump ayer, subrayando “¡el apoyo total y completo de Estados Unidos!”.
A su vez, Bolsonaro le agradeció a Trump. “Estamos combatiendo los incendios con gran éxito (...) La campaña de noticias falsas contra nuestra soberanía no funcionará”.
En Bolivia, donde los incendios también afectan la porción de su territorio en la Amazonía, el presidente Evo Morales saludó la ayuda del G7 aunque la calificó de “pequeñísima”.
Macron se preguntó el lunes, en el cierre de la cumbre del G7 en Francia, sobre la oportunidad de conferir un “estatuto internacional” a la selva amazónica, en caso de que “un estado soberano tomase de manera concreta medidas claramente contrarias al interés del planeta”.
Las tensiones entre Francia y Brasil crecen desde que Macron llamó la semana pasada a los líderes del G7 a una discusión de urgencia sobre los incendios.
Datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Brasileñas contabilizan 82 mil 285 puntos de incendio desde enero hasta el lunes 26 de agosto, 51,9% del total en la selva amazónica.
La cifra marca un aumento de mil 650 focos respecto a la víspera y representa un incremento de 80% respecto al mismo periodo de 2018.