El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, cuestionó nuevamente las condiciones de “esclavitud” del programa de médicos cubanos en su país, señalando que no puede seguir “alimentando la dictadura cubana”, cinco días después de que La Habana anunciara la retirada de su misión.
“No podemos admitir esclavos cubanos en Brasil y no podemos continuar alimentando la dictadura cubana”, dijo Bolsonaro a periodistas durante una visita en el Parque Olímpico de Río de Janeiro.
“No podemos ser conniventes con condiciones de trabajo análogas a la esclavitud. Es un asunto humanitario”, añadió el exmilitar, que asumirá las riendas de la primera potencia latinoamericana el 1 de enero.
Lanzado en 2013 por la presidenta izquierdista Dilma Rousseff, el programa Mais Médicos permitió dar asistencia a la población de las regiones más pobres y rurales de Brasil, principalmente gracias a la llegada de profesionales cubanos, que actualmente ocupan la mitad de los puestos del programa.
Pero el miércoles, Cuba anunció el fin de su participación en el programa debido a las “referencias directas, despectivas y amenazantes” hacia los doctores realizadas por Bolsonaro, quien condicionó la permanencia de estos médicos a que pasen exámenes para revalidar sus competencias, reciban su salario integral y puedan traer a su familia.
“¿Es justo confiscar 70% del salario de una persona? Entonces, vamos a restablecer la esclavitud”, insistió el presidente electo.
Los médicos cubanos en el extranjero son la principal fuente de ingresos de la isla (unos 11 mil millones de dólares por año), por encima del turismo y las remesas que los cubanos en el exterior envían a sus familias.
Más de 113 millones de pacientes en Brasil fueron tratados por unos 20 mil médicos cubanos desde agosto de 2013, según datos de La Habana.