Expreparador físico en una zona rural de Australia, Brenton Tarrant se presenta como un “hombre blanco corriente” de clase obrera y parece haberse empapado de ideología neofascista en sus viajes por Europa.
El australiano, de 28 años de edad, fue inculpado el sábado tras uno de los peores crímenes perpetrados en Nueva Zelanda: la matanza de 50 fieles en dos mezquitas de Christchurch.
En su breve comparecencia en el tribunal de esta ciudad de Isla Sur, hizo rápidamente un signo con la mano reconocido como símbolo de los supremacistas blancos.
Al parecer, no estaba fichado y el servicio de inteligencia neozelandés no lo tenía en su mira.
Tarrant creció en la pequeña ciudad de Grafton, en el estado australiano de Nueva Gales del Sur, donde se formó como preparador físico. Entre 2009 y 2011 trabajó en un gimnasio.
La dueña de ese centro, Tracey Gray, lo recuerda como un empleado que trabajaba duro y que se habría transformado en sus viajes a Europa y Asia. Los mensajes en redes sociales apuntan a que habría ido a Pakistán y Corea del Norte.
Tracey Gray, exempleadora de Brenton Tarrant.
El propio Tarrant admite que viajó a Francia, España, Portugal y Bulgaria.
En diciembre de 2016 estuvo en los Balcanes, recorriendo en autocar Serbia, Croacia, Montenegro y Bosnia-Herzegovina. Las autoridades turcas afirmaron que estuvo en ese país.
“Creo que cambió durante los años en los que viajó al extranjero”, declaró Gray a la televisión australiana ABC. “Las experiencias vividas, o el encuentro con un grupo, lo hicieron evolucionar en un momento dado”.
Una hipótesis que parece sostenerse por el manifiesto de 74 páginas, lleno de referencias a personajes de la historia militar, publicado por el atacante antes del inicio de la matanza.
En este texto, explica que se planteó cometer un atentado en abril o mayo de 2017, en un viaje a Francia y Europa occidental. Dijo sentirse conmocionado por la “invasión” de inmigrantes en Francia, y habla de la “desesperación” que sintió tras la victoria en las elecciones francesas de Emmanuel Macron frente a la candidata de extrema derecha Marine Le Pen.
Nueva Zelanda, un lugar apacible
El documento, titulado El gran reemplazo, afirma que Tarrant quería atacar a los musulmanes. El título parece hacer referencia a una tesis del escritor francés Renaud Camus sobre la desaparición de los “pueblos europeos”, “reemplazados”, según él, por poblaciones no europeas inmigrantes. Esta teoría está ganando terreno en los círculos de la extrema derecha.
En un breve texto autobiográfico difundido junto al manifiesto, Tarrant se presenta como “un hombre blanco corriente... nacido en Australia en una familia de clase obrera con ingresos bajos”. Describe su juventud como “normal”. Aprobó con dificultad el instituto.
Varios medios afirmaron que su padre murió de cáncer en 2010 y Tracey Gray cree que su madre y su hermana siguen en Grafton.
Según Tarrant, financiaba sus viajes invirtiendo en bitconnect, una criptomoneda que se hundió en 2018, basada en una presunta estafa piramidal.
En su matanza del viernes utilizó cinco armas, dos de ellas semiautomáticas modificadas -al parecer AR-15- y dos fusiles.
En las fotos de este arsenal se ven claramente inscripciones sobre estas armas, en inglés y en otros idiomas de Europa del Este. Se trata de referencias a grandes figuras militares históricas, como europeos que lucharon contra los otomanos en los siglos XV y XVI. También menciona las Cruzadas.
En su manifiesto, Tarrant cita a diversos autores de ataques racistas o de ultraderecha, especialmente al noruego Anders Behring Breivik, quien asesinó a 77 personas en julio de 2011. Asegura que mantuvo un “breve contacto” con él.
A lo largo del documento, se proclama “racista” y “fascista”.
Afirma, asimismo, que Oswald Mosley, fundador en 1932 de la Unión Británica de Fascistas, es “en la historia, la persona más cercana a mis creencias”.