El contrato de la Caja de Seguro Social (CSS) con el consorcio IBT Medical Outsourcing Services, S.A. -integrado por las empresas International Business and Trade LLC (IBT); Constructor, Consulting and Engineering (Panamá), S.A., y Promoción Médica, S.A. (Promed)- para la edificación, funcionamiento y mantenimiento preventivo correctivo de las unidades de hemodiálisis, así como el suministro de insumos para la atención de los pacientes con esta enfermedad, finalizará el próximo 31 de octubre.
Ante esta situación, las autoridades de la entidad y miembros del consorcio negocian una nueva adenda para garantizar a los pacientes el tratamiento de hemodiálisis en las 17 salas que tiene la CSS en el país.
Adendas a IBT
El consorcio está integrado por IBT, empresa cuestionada durante la administración de Gobierno 2009-2014, por ofertar precios bajos y luego conseguir adendas.
La adenda en negociación sería la número seis a favor del consorcio, desde que el 23 de agosto de 2011 la CSS adjudicó el contrato de 52 meses prorrogables, por la suma de $123.4 millones, luego de un acto público por mayor cuantía. Este consorcio fue el único que participó en el acto público.
Así consta en las documentaciones publicadas en Gaceta Oficial, en donde se detalla que la primera y segunda adenda no implicaron cambios en la vigencia de tiempo ni en el monto de la contratación, y guardaba más relación con la construcción y adecuación de las instalaciones.
Sin embargo, en la adenda No .3 se extendió la duración del contrato por un período de tiempo de 57 meses, es decir, hasta el 31 de diciembre de 2016.
Posteriormente en 2017 la CSS tramitó junto con el consorcio la adenda No. 4 por tres meses (enero, febrero y marzo de 2017).
Tras vencerse ese período se tramitó la adenda No. 5 a un costo de $59 millones por un período de 31 meses , es decir, desde el 1 de abril 2017 hasta el 31 de octubre 2019.
Origen de adendas
Las adendas para extender la vigencia al contrato con IBT se han dado porque una licitación convocada en diciembre de 2016,, con un precio de referencia de $123.8 millones, no avanzó, debido a un reclamo y solicitud de impugnación, que llegó al Tribunal Administrativo de Contrataciones Públicas. El tribunal se declaró no competente para conocer del recurso de impugnación. La CSS no ha vuelto a convocar a dicha licitación.
Para Alexander Pineda, presidente de la Asociación Nacional de Pacientes con Insuficiencia Renal Crónica y Familiares, otorgar más adendas a un contrato demuestra la mala administración y planificación que hay en la institución.
Añadió que urge convocar a un nuevo acto para construir más salas de hemodiálisis, ya que hoy están en su máxima capacidad. Además, hay que optar por la diálisis peritoneal, que es más económica y trabajar en la prevención de la insuficiencia renal.
Añadió que la atención de un paciente de hemodiálisis por año tiene un costo de $25 mil, y de diálisis peritoneal $18 mil.
Informes de la CSS indican que por mes ingresan a hemodiálisis y diálisis entre 50 a 60 pacientes. En total, hay 2,090 pacientes en tratamiento en las unidades ejecutoras.
Atención continua
El nefrólogo de la CSS, Arturo Wong Reyes, informó que los tratamientos de hemodiálisis son impostergables y no se pueden detener, porque se pone en riego la vida del paciente.
Añadió que hay pacientes que reciben tres sesiones de hemodiálisis por semana de cuatro horas cada una, y otros todos los días.
Para el galeno, es necesario que haya voluntad política para mejorar la atención de los pacientes, pues las salas están abarrotadas.
La última vez que la CSS habilitó una sala de hemodiálisis fue en octubre de 2017 en las instalaciones del Hospital Santo Tomás y se hizo tras la firma de un convenio entre la institución y el Santo Tomás, con el objetivo de dar respuesta a la gran cantidad de pacientes del país que sufren de insuficiencia renal crónica.
El proyecto tuvo un costo de inversión de $4.1 millones y cuenta con 29 máquinas nuevas de última tecnología. De ellas, 27 están operativas y dos son de respaldo, que en tres turnos benefician a pacientes de Colón, Panamá Oeste y Coclé, y del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid.