No puede haber ganadores si estalla una guerra entre Estados Unidos y Corea del Norte a causa de los programas de armas atómicas y misiles de Pionyang, declaró ayer el canciller chino, Wang Yi, quien afirmó que Pekín apoya el diálogo entre las partes.
Las declaraciones del canciller chino son el intento más reciente de Pekín de enfriar las tensiones entre Washington y Pionyang. China es el aliado más importante de Corea del Norte, así como su principal proveedor de asistencia alimentaria y de combustibles.
Cualquier conflicto en la península coreana posiblemente arrastre a China, que ha reiterado sus preocupaciones sobre una oleada de refugiados y la posible presencia de efectivos estadounidenses y surcoreanos en las fronteras chinas. También ha aumentado la frustración de China hacia el régimen del gobernante norcoreano, Kim Jong-Un, quien ha desatendido las llamadas de atención de Pekín.
En febrero pasado, China suspendió las importaciones de carbón procedentes de Corea del Norte, una fuente crucial de divisas para Pionyang. A partir del lunes, la aerolínea Air China suspenderá los vuelos de Pekín a Pionyang, dijo la televisora estatal CCTV. Se desconocen los motivos de la medida. Air China y Air Koryo, esta última de Corea del Norte, son las únicas aerolíneas que dan servicio entre ambas ciudades.
“Una vez que haya una guerra, el único resultado serán pérdidas múltiples. Ninguna parte será ganadora”, declaró Wang acompañado de su colega francés, Jean Marc Ayrault. “Por lo tanto, exhortamos a todas las partes a que paren, tanto de hecho como de palabra, las provocaciones y el intercambio de amenazas, y a que no permitan que la situación se vuelva irreversible y se salga de control”, declaró Wang.
El canciller chino exhortó a todas las partes implicadas en la disputa a que adopten una postura flexible para reanudar el diálogo.