Al menos 23 personas, entre niños y adolescentes de entre 5 y 18 años de edad, se beneficiarán con las cirugías ortopédicas que realizará el Club Activo 20-30 Panamá Noreste a través de su programa Pasitos Seguros.
El presidente del Club Activo 20-30 Panamá Noreste, Reinaldo Cerrud, informó que los niños y adolescentes fueron seleccionados entre un grupo de 300 jóvenes que respondieron a la convocatoria realizada el año pasado en la provincia de Colón.
Añadió que los especialistas que realizaron las evaluaciones decidieron enfocarse en los pacientes con parálisis cerebral y malformaciones en manos y pies.
Se trata de niños y jóvenes con las extremidades superiores e inferiores completamente dobladas, lo que les impide caminar o agarrar.
El grupo seleccionado acudió ayer al Hospital del Niño, Dr. José Renán Esquivel, a fin de someterse a la correspondiente evaluación preoperatoria. Las cirugías se realizarán del 23 al 27 de este mes, en un promedio de tres o cuatro diarias.
Es un proceso que consta de tres etapas: preselección de los niños, intervención y rehabilitación, cuyo periodo se prolongará según la complejidad de los casos.
El grupo de médicos encargado de llevar a efecto las operaciones es panameño y está conformado por especialistas en ortopedia, anestesiología, pediatría, intensivistas, medicina general, enfermeras y técnicos de ortopedia.
Pasitos Seguros
El proyecto Pasitos Seguros, que empezó en el año 2008, consiste en practicar cirugías a niños con discapacidad motora, regularmente congénita, explicó el ortopeda Ariel Racine.
Precisó que se trata de niños que nacieron prematuramente o que les faltó aire al momento de nacer (hipoxia) por situaciones que pueden estar vinculadas con madres demasiado jóvenes, escaso o nulo control prenatal y condiciones de pobreza.
El médico explicó que la parálisis cerebral es una patología que se puede presentar en cualquier estrato social, aunque con mayor frecuencia en familias que viven en condición de pobreza y/o pobreza extrema, debido a factores como la distancia que deben recorrer la embarazadas para llegar a los centros de atención que, de paso, no tienen todos los equipos necesarios para su debido control. También afecta a niños cuyas madres son muy jóvenes.
Racine opinó que el hecho de que haya madres cada vez más jóvenes da cuenta de un serio problema social, que se traduce en el aumento de niños que nacen con algún tipo de discapacidad.
Entre ellos está Frank, un niño de seis años de edad que aún no puede ponerse de pie y mucho menos caminar. Su cuerpo es el de un pequeño de tres años.
Su abuela, Melida Mazzini, guarda la esperanza de que la cirugía que le practicarán la próxima semana le permita tener control de sus extremidades.