Kenia y Tanzania conmemorarán mañana el 20 aniversario de los atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Nairobi y Dar es Salaam, unos ataques que marcaron la irrupción de Al Qaeda en la escena internacional.
A media mañana del 7 de agosto de 1998, un gigantesca explosión devastó la Embajada estadounidense en el centro de Nairobi, seguida de otra deflagración en Dar es Salaam unos minutos más tarde. En total, murieron 224 personas y unas 5 mil resultaron heridas, sobre todo africanos.
Con la masacre causada por estas dos potentes bombas colocadas en camiones, Osama Bin Laden se dio a conocer al mundo, tres años antes de los atentados más mortíferos de la historia el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, con cerca de 3 mil muertos.
“No era la primera vez que Al Qaeda había perpetrado un ataque, pero viendo la dimensión espectacular, catastrófica del incidente, [el grupo] hizo realmente su entrada en la escena mundial”, explica Martin Kimani, director del Centro Nacional de Contraterrorismo de Kenia.
“Cuando el 11 de septiembre de 2001 tuvo lugar, fue impactante y sorprendente, pero ya había habido un precedente en África del este”, agrega.

