El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidió unánimemente ayer, lunes, endurecer las sanciones contra Corea del Norte, imponiendo una prohibición a las exportaciones textiles y limitando las importaciones de crudo, después de la sexta y más poderosa prueba nuclear del país el 3 de septiembre pasado.
La resolución fue la novena aprobada por unanimidad contra Corea del Norte desde 2016. Estados Unidos moderó un primer borrador para obtener el apoyo de Rusia y de China, un aliado de Pionyang.
Los textiles fueron la segunda mayor exportación de Corea del Norte detrás del carbón y de otros minerales en 2016, por un total de 752 millones de dólares, según datos de la Agencia de Promoción de Inversiones Comerciales de Corea. Casi el 80% de las exportaciones textiles fueron a China.
La resolución impone una prohibición de exportación de condensados y líquidos de gas natural, un tope de 2 millones de barriles al año para productos refinados de petróleo y un límite a las exportaciones de crudo a Corea del Norte hasta los niveles actuales. China suministra la mayor parte del crudo a Corea del Norte.
La embajadora estadounidense ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Nikki Haley, dijo que su país no busca una guerra con Pionyang y que todavía “no se ha llegado a un punto de no retorno”.
“Si [Corea del Norte] prueba que puede vivir en paz, el mundo también vivirá en paz”, destacó Haley, quien remarcó que la decisión del lunes “no se habría dado” de no ser por la buena relación entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping.
Por su parte, el enviado chino ante la ONU, Liu Jieyi, instó a Corea del Norte “a tomar con seriedad las expectativas y los deseos de la comunidad internacional”, al tiempo que pidió que las partes no hagan subir las tensiones.
Un funcionario estadounidense, informado de las negociaciones del consejo y que habló bajo condición de anonimato, dijo que Corea del Norte importa unos 4.5 millones de barriles de productos refinados de petróleo anualmente y 4 millones de barriles de crudo.
En tanto, el Gobierno de Perú declaró ayer persona non grata al embajador de Corea del Norte, KimHak-Chol, y le dio cinco días para que abandone el país, en protesta por su negativa a poner fin a sus ensayos nucleares.
La decisión de Perú está en sintonía con lo hecho por México la semana pasada, mientras crece la condena de la comunidad internacional contra Pionyang por su programa de lanzamiento de misiles de largo alcance.
El gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski reafirmó su posición de que la comunidad internacional debe llevar adelante todos los esfuerzos necesarios para revertir el programa nuclear de Corea del Norte.
