El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó ayer de que está dispuesto a asumir el costo político de las protestas callejeras y paros que promueven grupos de oposición y sectores indígenas contra su gobierno.
En una entrevista radiofónica, el mandatario sostuvo que si sus decisiones políticas derivan en la pérdida de apoyo popular está dispuesto a asumir ese costo.
“Yo estoy dispuesto a enfrentar los costos políticos por hacer lo que tenemos que hacer, y si tengo que perder algunos puntos [de apoyo] por aprovechar tal vez la única oportunidad que tendremos en democracia de dejar un país mucho mejor a nuestros hijos, pues, asumiré ese costo político”, aseguró.
Desde junio pasado, Correa enfrenta protestas contra su administración a raíz de dos proyectos de ley tributarios a las herencias y a la plusvalía, que luego fueron retirados del Congreso.
Sin embargo, paulatinamente, se fueron sumando otros reclamos y demandas al gobierno de grupos sindicales e indígenas que convocaron a un paro nacional y a un levantamiento en agosto próximo. “Gobernar es tomar decisiones, gobernar es decidir, podemos equivocarnos pero con recta intención; trabajamos por el bien común”, recalcó el jefe de Estado quien dijo que el país “sigue con mucho vigor”.
A pesar de enfrentar un “año durísimo” por la caída del precio del petróleo, “sigue con dinamismo la economía, la pobreza sigue bajando, el desempleo no nos ha aumentado”, explicó.
No obstante, reconoció que las protestas opositoras contribuyeron a generar confusión en la población y eso provocó una caída de 12 puntos en el nivel de apoyo a su gobierno, que ya ha recuperado siete puntos para alcanzar un 65% a nivel nacional. “No es que la gente dejó de confiar en nosotros, [sino que] dudó, y al darse cuenta que ha sido engañada, recuperó la confianza y estamos subiendo vertiginosamente [el apoyo] los que nos bajaron con miedo, incertidumbre”, apuntó.
Consultado si cree en el desgaste del poder, Correa respondió que “cuando uno es auténtico, la gente sigue apreciando lo que hace y sigue el apoyo”. Pero, insistió en que en el país “necesitamos más justicia social, más equidad, menos pobres y menos ricos, porque aquí hay una opulencia insultante frente a la más extrema miseria”.