Los cubanos eligieron ayer a sus autoridades municipales, en unos comicios sin candidatos opositores que conducirán a la elección del sucesor de Raúl Castro en 2018, en lo que sería el primer relevo generacional en casi seis décadas.
Más de 8.4 millones de cubanos mayores de 16 años fueron convocados a elegir por voto directo y secreto a 12 mil 515 concejales, entre unos 30 mil candidatos propuestos a mano alzada en asambleas vecinales, ninguno de ellos miembro de la disidencia.
El presidente Raúl Castro votó en un colegio electoral de La Habana, donde conversó con los escolares que custodiaban las urnas y vecinos del lugar.
Los comicios se celebraron un día después de la conmemoración del primer aniversario de la muerte de Fidel Castro, quien puso en vigor en 1976 el sistema político-electoral de poder popular, que La Habana defiende como “el más democrático y transparente” y la disidencia tilda de “farsa”.
“Estamos haciendo un voto por la revolución, por la patria, por el socialismo”, y “la gente está acudiendo por Fidel”, dijo el vicepresidente primero, Miguel Díaz-Canel, tras emitir su voto.
Estos comicios son el primer paso del proceso electoral que debe terminar en febrero con la elección del sustituto de Raúl, reelegido en 2013 para su último mandato de cinco años, echando a andar el primer relevo generacional en el país.
Esta vez, tres organizaciones disidentes –OTRO18, Candidatos por el Cambio y el Partido Autónomo Pinero– fracasaron en su intento de nominar unos 550 candidatos.
Manuel Cuesta, portavoz de OTRO18, explicó que el Gobierno desplegó“una batería de actos violatorios en todos los casos de la Ley Electoral y la Constitución”, que incluyó detenciones temporales y procesamientos por diversas causas.
Cuesta subrayó que OTRO18 convocó a sus miembros a “expresar su preferencia en las urnas”, lo que incluye, según él, votar en blanco o escribir consignas antigubernamentales en las boletas, para que sean anuladas.
En tanto, Candidatos por el Cambio sugirió a su membresía votar por “los candidatos más jóvenes”, porque con “su nuevo pensamiento pueden marcar la diferencia que se necesita para modernizar el país”, dijo Julio Antonio Aleaga.
Otro sector de la oposición se niega a participar en el proceso electoral.