A partir del próximo martes 18 de abril, los cerca de 300 cubanos que se mantienen en las instalaciones de la Pastoral Social Cáritas Panamá, en el corregimiento de Ancón, serán trasladados al albergue Los Planes, ubicado en el distrito de Gualaca, provincia de Chiriquí.
La noticia fue dada ayer a los migrantes de forma oficial por parte del diácono Víctor Berrío, quien se reunió con ellos.
A las 11:00 a.m., Berrío se reunió en el patio frontal de Cáritas para notificar la decisión acordada entre el presidente de la República, Juan Carlos Varela, y los representantes de la Iglesia católica: el cardenal José Luis Lacunza y el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa.
Ambas partes coincidieron en la necesidad de trasladar a los extranjeros a un albergue que cuente con mejores condiciones a las que actualmente se presentan en Cáritas, en donde existe hacinamiento, alimentos insuficientes, así como falta de enseres de primera necesidad.
El traslado es inevitable, aseguró Berrío, quien les garantizó que en el nuevo sitio que será habilitado en Chiriquí estarán en mejores condiciones frente a la temporada lluviosa, cada uno tendrá una cama para dormir, las tres comidas al día y la libertad de poder comunicarse con sus seres queridos. “La Iglesia será la garante de que se cumpla con lo pactado y de que no se violen los derechos de estas personas”, añadió el diácono.
‘NO CONFIAMOS’
La noticia del traslado ha tomado por sorpresa a los migrantes, quienes se resisten a ser enviados a Chiriquí por temor a después ser deportados.
Además, el nuevo escenario al que se tienen que enfrentar los ha dejado con más dudas que respuestas.
Addy Torres, de 38 años de edad, es una profesora de educación física cubana que desde hace seis meses reside junto con su hijo de 13 años y su esposo en las instalaciones de Cáritas.
Torres piensa que todo es una trampa, por lo que tienen mucho miedo de ser deportados. “Estamos muy preocupados por esta situación”, manifestó.
Comentó que desde que se conoció la noticia, algunas personas han decidido abandonar Cáritas con destino desconocido y que la gran mayoría que aún se mantiene allí es porque se han quedado sin dinero para seguir la travesía hacia Estados Unidos, y desean quedarse en Panamá a trabajar y aportar al país.
De la misma forma se expresó Didieska Utria, quien es profesora de idiomas y lleva un mes y medio en las instalaciones de Cáritas.
“Nosotros no confiamos en las autoridades, porque ya nos han engañado otras veces”, afirmó.
Narró que la primera vez que llegó a Darién los agentes del Servicio Nacional de Fronteras montaron al grupo con el que vino en una avioneta, con la promesa de que serían trasladados a Cáritas en Panamá, sin embargo, fueron abandonados en Colombia, obligándolos a tener que atravesar la selva por segunda vez.
Señaló que la propuesta de ser llevados a Chiriquí no es clara, pues no les indican qué tiempo o con qué objeto estarán allí, no existe una garantía de que no serán deportados, y tampoco conocen cuáles son las alternativas que les ofrecerá el Gobierno panameño.
‘SIN RESPUESTA’
Hasta el momento, las dudas de Utria y del resto de los migrantes no tienen respuestas.
El director del Servicio Nacional de Migración, Javier Carrillo, dijo ayer desconocer los detalles del plan para trasladar a estos migrantes. “Eso lo está manejando el Ministerio de Seguridad Pública, yo no tengo más información”, adujo.
En tanto, desde el Departamento de Prensa del Ministerio de Seguridad Pública se indicó que se están realizando las coordinaciones logísticas para el traslado, y que hasta el momento no tienen mayores detalles.
Por otro lado, el gobernador de la provincia de Chiriquí, Hugo Méndez, expresó que se envió a un personal a las instalaciones de Los Planes para evaluar el lugar y realizar los ajustes necesarios para que el sitio tenga las mejores condiciones para recibir a los cubanos.
(Con información de Sandra Alicia Rivera).