La represión desatada en Nicaragua desde el pasado 18 de abril en contra de los opositores a la dictadura de Daniel Ortega, que hasta el momento ha cobrado más de 300 muertos, se ha diversificado.
Ahora, junto al uso de la fuerza letal, el régimen orteguista se vale de tecnología israelí para “localizar y detener a activistas de derechos humanos, perseguir a miembros de la comunidad LGBT y silenciar a los ciudadanos que criticaban a su gobierno”, según reporta el diario digital Confidencial, del país centroamericano.
Estos programas de vigilancia, aduce la publicación, manipulan y se apropian de toda la actividad de un teléfono inteligente, como la ubicación del usuario, sitios que visita y los contactos personales.
Estos dispositivos tecnológicos también pueden convertir al equipo en un dispositivo de grabación secreto.
El Instituto Citizen Lab, de la Universidad de Toronto, Canadá, de acuerdo con Confidencial, menciona también a Nicaragua entre las naciones de América Latina que espían a sus ciudadanos.
Investigadores de ese centro revelaron en 2017 el uso gubernamental del software espía Pegasus contra políticos, abogados, periodistas, activistas e investigadores mexicanos.
El diario Confidencial utiliza como fuente para su nota sobre el uso de tecnología espía una investigación del periódico israelí Haaretz.
Panamá, bajo la lupa
Aunque no se da mayor información, se menciona que la investigación de Haaretz incluye a Nicaragua en una lista de países que abarca a Panamá, Bahrein, Indonesia, Angola, Mozambique, República Dominicana, Azerbaiyán, Botsuana, Bangladesh, El Salvador y Nicaragua. La publicación corroboró informes anteriores sobre las ventas de tecnología israelí a Malasia, Vietnam, México, Uzbekistán, Kazajistán, Etiopía, Sudán del Sur, Honduras, Trinidad y Tobago, Perú, Colombia, Uganda, Nigeria, Ecuador y Emiratos Árabes Unidos.
Libre albedrío
Las fuerzas de seguridad de los países, siempre de acuerdo con Confidencial, compran estos programas con el compromiso ante las empresas israelíes de que las usarán para luchar contra el crimen organizado, grupos delincuenciales o terroristas. Sin embargo, altos funcionarios de las compañías admiten, en la publicación, que “una vez que se venden los sistemas, no hay manera de evitar su abuso”.
No obstante, expertos nicaragüenses aseguran que en Nicaragua “estamos todavía” a nivel de “sospechas”, puesto que aún no se sabe con certeza qué programa de espionaje usa el régimen.
“Supimos del caso de un ciudadano que descubrió que su teléfono estaba intervenido. Lo trató de reformatear, pero al ver que no le funcionaba lo estrelló contra el piso. Necesitábamos el aparato para saber qué programa usaron”, comentó un analista de seguridad digital.
Grabaciones
En los últimos meses, activistas de derechos humanos en el país centroamericano han denunciado el espionaje de las fuerzas de seguridad del régimen.
El pasado lunes, un grupo de supuestos religiosos y un canal oficialista publicaron audios en los que una voz atribuida al obispo auxiliar de la capital de Nicaragua, Silvio Báez, llama a líderes campesinos a “presionar” al Gobierno para reanudar el diálogo nacional, y se refiere de forma despectiva al presidente Daniel Ortega y a los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Bolivia, Evo Morales.
