En Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro aparenta estar pasando por un período de maduración que podría acelerar su caída.
No conforme con estar aislado internacionalmente, ayer la Asamblea Nacional de Venezuela acusó a Maduro de estar usurpando la presidencia, por lo que declaró “nulos” todos sus actos desde que asumió el 10 de enero para un controvertido segundo mandato (2019-2025).
El organismo acordó solicitar a reguladores y bancos en América, Europa, China, Rusia, Turquía y Emiratos Árabes que tomen medidas para congelar las cuentas del gobierno de Maduro, con el objetivo de proteger los activos del país.
La medida podría dificultar aún más las operaciones en el exterior del Gobierno, que ya enfrenta sanciones de Estados Unidos.
Sin embargo, los esfuerzos de la Asamblea Nacional pueden resultar vanos, porque el Tribunal Supremo de Justicia declaró al congreso en desacato en 2015 y determinó que todas sus leyes eran nulas.
Presidente legítimo
Ayer, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo que evalúa considerar a Juan Guaidó, jefe del opositor Parlamento de Venezuela, como presidente legítimo, tras desconocer a Maduro.
Guaidó aduce que la Constitución lo faculta para asumir interinamente la presidencia ante el vacío de poder que, asegura, existe en Venezuela ante la ilegitimidad del nuevo mandato de Maduro, iniciado el pasado 10 de enero. Para lograrlo, Guaidó se enfrenta a una tarea titánica. En sus dos semanas como titular de la Asamblea, se le ha reconocido en su país y en el extranjero como el principal rival de Maduro. Pero el poco experimentado protegido del preso político Leopoldo López debe canalizar la presión internacional, unir a una oposición iracunda y motivar a una población golpeada.
“En la sociedad venezolana hay una constante demanda por liderazgos salvadores”, señaló la historiadora Inés Quintero. “No es un momento de actos de masa en la calle solamente. Debe haber continuidad de la demanda de cambio en un espacio institucional”.
Ante los señalamientos de Guaidó, el presidente de la oficialista Asamblea Constituyente, Diosdado Cabello, ripostó: “No hay manera de que la derecha pueda asumir un gobierno de transición, eso no aparece en ninguna parte de la Constitución. En la única transición que estamos trabajando es en la transición al socialismo”. Agregó que el oficialismo saldrá a las calles el próximo 23 de enero “ y el 24 Nicolás seguirá siendo presidente. Vamos a ver al final quién cumple”.
La marcha oficialista coincidirá con la convocada por Guaidó.
Apoyo militar
Cuando ayer la opositora Asamblea Nacional sesionaba, Maduro se reunía con el alto mando militar para, según se informó, definir estrategias conjuntas de gobierno.
“A los que se quieren burlar de la Constitución (...) aquí hay un Tribunal Supremo de Justicia que pondrá las cosas en su lugar”, comentó el presidente.
(Con información de Reuters, AFP, AP y Bloomberg).