Unas 12 naciones europeas, lideradas por Alemania, España, Francia y Gran Bretaña, reconocieron ayer como “presidente interino” de Venezuela a Juan Guaidó, ante un Nicolás Maduro cada día más cercado por la comunidad internacional.
A esta acción se sumó el Grupo de Lima, que aceptó a Guaidó como “legítimo” mandatario de Venezuela.
La acción europea fue saludada por Estados Unidos, país que no descarta una acción militar en la nación sureña, aquejada por una grave crisis política, social y económica.
Maduro asegura que la población responderá ante una agresión.
Casi un millar de detenidos
Nicolás Maduro, entre la espada y la pared
Sin rodeos diplomáticos, el Grupo de Lima pidió ayer un cambio pacífico de gobierno en Venezuela, aceptó como miembro de pleno derecho al gobierno “legítimo” encabezado por el opositor Juan Guaidó, e instó a los militares a respaldarlo.
Conformado por 14 países, entre ellos Panamá, el Grupo de Lima puso un cerco más al gobierno de Nicolás Maduro al sugerirle a la comunidad internacional que evite cualquier tipo de transacción financiera y comercial con su administración.
Colocado entre la espada y la pared, Maduro no podrá acceder a activos internacionales de Venezuela y menos transar con petróleo, oro u otros activos.El organismo, reunido de urgencia ayer en Otawa, Canadá, destacó que cualquier iniciativa diplomática internacional debe buscar una transición pacífica del poder, y no un proceso de diálogo que ayude a Maduro a permanecer en el poder.
Al encuentro asistieron 11 países miembros, además de representantes de Reino Unido, España, Alemania, Francia, Portugal y Holanda, entre otros.Denuncias
Los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú denunciaron además que Maduro manipuló iniciativas de diálogo de actores internacionales “transformándolas en maniobras dilatorias para perpetuarse en el poder”.
Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela.
Por eso, señalaron que “toda iniciativa política o diplomática que se desarrolle debe tener por objeto apoyar la hoja de ruta constitucional” presentada por Guaidó, que incluye la instalación de un gobierno de transición y la convocatoria a nuevas elecciones “libres y justas” “tan pronto como sea posible”.
“Estas elecciones deben llevarse a cabo con garantías suficientes, con la participación de todos los líderes políticos y con observación internacional, además de la designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral”, señala el texto.
La declaración, firmada por todos los miembros fundadores del Grupo de Lima, a excepción de México, uno de los integrantes más activos del bloque hasta la llegada al poder del izquierdista Andrés Manuel López Obrador el 1 de diciembre pasado.
México no reconoce a Guaidó y aboga por una salida negociada de la crisis venezolana, para lo cual, junto a Uruguay, ha convocado a una conferencia internacional de países y organismos con “posición neutral” el jueves en Montevideo.
Los otros dos miembros del Grupo de Lima que no han reconocido a Guaidó ni participado en la cita de Ottawa son Guyana y Santa Lucía.
Reconocimiento
Ayer, cerca de dos docenas de países europeos, encabezados por Francia, España y Alemania, se sumaron al reconocimiento como “presidente interino” que ya tenía Guaidó de Estados Unidos, Canadá y una docena de países latinoamericanos, desafiando a Nicolás Maduro, quien advirtió que revisará las relaciones con las naciones que se “pliegan” a Washington para derrocarlo.
El gobierno de Maduro califica a Guaidó, un ingeniero de 35 años de edad, como un “títere” de Estados Unidos, que impuso severas sanciones a la estatal Petróleos de Venezuela.
Presidente del Parlamento democráticamente electo en 2015, Guaidó se autojuramentó el 23 de enero, luego de que el Legislativo declarara “ilegítimo” el segundo mandato de Maduro, iniciado el 10 de enero tras elecciones fraudulentas según la oposición y medio centenar de países.
Guaidó reiteró ayer que febrero será “determinante” para sacar a Maduro del poder.
Ayuda humanitaria
Guaidó continúa gestionando el ingreso de ayuda humanitaria a través de la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta, donde Estados Unidos enviará y almacenará alimentos y suministros médicos destinados a Venezuela.
La oposición venezolana ha dicho que, una vez que los pertrechos estén almacenados en Cúcuta, intentará transportarlos a Venezuela, desafiando al gobierno de Nicolás Maduro, que ha rechazado los ofrecimientos de ayuda de Estados Unidos y otras naciones occidentales.
La medida pondrá a prueba a las fuerzas armadas de Venezuela, que están emplazadas del lado venezolano del cruce fronterizo y tendrán que elegir entre obedecer a Maduro o permitir el ingreso al país de los suministros.
La representación en Estados Unidos de Juan Guaidó anunció que el 14 de febrero se realizará una conferencia internacional sobre ayuda humanitaria a su país, a realizarse en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington.
“Los representantes de los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil participarán en la conferencia y evaluarán cómo pueden apoyar mejor al gobierno interino venezolano en la entrega de asistencia logística y material a los venezolanos que han sufrido una escasez de alimentos y medicamentos básicos desde hace mucho tiempo”, indicó la misión diplomática en un comunicado. La convocatoria sigue las recomendaciones de dos resoluciones de la OEA que urgen a aceptar la asistencia ofrecida por la comunidad internacional para atender la crisis humanitaria en Venezuela.
La OEA está dividida ante la crisis política en Venezuela. De los 34 miembros activos del bloque, solo 16 apoyaron el 24 de enero pasado una declaración a favor de Guaidó en su pulso por el poder con Maduro.
(Con información de Reuters, AP, AFP, ‘El País’, diarios venezolanos)