La intención de crear un partido político que tenga entre sus principales dirigentes a líderes evangélicos se repite 25 años después de que las Asambleas de Dios fundaran en marzo de 1992 la Misión de Unidad Nacional (MUN), un pequeño colectivo que también tenía esa inclinación religiosa.
Y es que en marzo pasado formalizó sus aspiraciones de convertirse en un colectivo político el Partido Independiente Social (PAIS), conformado por abogados, empresarios y dirigentes sindicales, y respaldado por el Movimiento de Acción Reformadora (MAR), que, a su vez, está integrado por líderes religiosos y pastores cristianos.
Aunque en 1992, la MUN logró superar la cuota de inscripción de 21 mil adherentes, requerida entonces para participar en las elecciones generales de 1994, no obtuvo el apoyo ni los votos suficientes para presidente, y tampoco conquistó ninguna curul en la Asamblea Nacional, por lo que fue disuelta ese mismo año por el Tribunal Electoral (TE).
Ahora, los integrantes del PAIS aseguran que sí lograrán el objetivo de mantenerse como un partido constituido por personas comprometidas con los valores familiares.
Así lo afirman José Alberto Álvarez, presidente del Colegio Nacional de Abogados y quien fungirá como presidente del partido; el pastor Orlando Quintero, primer vicepresidente; el abogado Rubén Elías Rodríguez, segundo vicepresidente; el “apóstol” Horacio Freeman, secretario general; el abogado y criminólogo Jonathan Riggs, subsecretario general; el sindicalista Isaac Rodríguez, secretario de organización; el pastor Luis Pimentel, secretario de asuntos agrícolas; y el empresario Felipe Ariel Rodríguez, asesor.
Convocar a una asamblea constituyente para que reforme la Constitución Política, vigente desde 1972, será una de las primeras acciones del PAIS, en caso de llegar al poder.
“Una de las grandes promesas del actual presidente [Juan Carlos Varela] es la constituyente y es lo que nosotros tenemos como meta, poder consignar nuevas leyes y disposiciones fuertes para combatir la corrupción, hacer que los delitos no prescriban y aumentar las penas por actos de corrupción”, explicóÁlvarez.
En diciembre de 2014, Varela se comprometió a convocar una asamblea constituyente paralela en los primeros dos años de su administración. Pero esto no ha ocurrido todavía.
Los dirigentes del PAIS señalan que estas reformas también buscarían quitarle privilegios al presidente de la República, a los diputados y a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), así como combatir la delincuencia y el crimen organizado.
FAMILIA Y EDUCACIÓN SEXUAL
El Partido Independiente Social busca constituirse formalmente en el país, justo cuando la sociedad civil y las autoridades debaten en torno a temas controvertidos, como el proyecto de ley de educación sexual, y cuando la Corte revisa recursos legales interpuestos para declarar inconstitucionales varios artículos del Código de la Familia relacionados con el matrimonio, a fin de que este pueda ser igualitario.
En este contexto, los dirigentes evangélicos del colectivo en formación fueron interrogados al respecto.
Orlando Quintero, graduado en Derecho y Ciencias Políticas, funge como pastor en la iglesia evangélica Ministerio Apostólico La Unción, ubicada en Milla 8, distrito de San Miguelito.
La Unción congrega a unos 600 creyentes y tiene presencia en otros sectores, como Pedregal, Don Bosco y Torrijos Carter.
Quintero, quien además es el fundador del MAR, dijo que no se está pidiendo que los pastores abandonen sus oficios, simplemente están solicitando a “hombres de principios y valores que intervengan en la política”.
Según el pastor, actualmente la familia es atacada por ideologías de género y, como partido, no permitirán leyes que “amenazan con extinguirla”. Su objetivo es defender la familia, alegó.
Quintero habló sobre el proyecto de ley No. 61, por el cual se adoptarían políticas públicas de educación integral, atención y promoción de la salud, el cual se encuentra pendiente de debate en la Comisión de Salud, Trabajo y Desarrollo Social de la Asamblea Nacional.
A juicio de Quintero, “actualmente está lo de la ley de educación sexual, [que] busca cambiar nuestra manera de hacer las cosas y adoctrinar a los niños con ideas sodomitas y quitarle su personalidad”.
Sectores evangélicos se opusieron a la educación sexual en las escuelas públicas, con el argumento de la protección familiar, calificada entonces de “conservadurismo religioso” frente a una realidad social de embarazos en niñas e incremento de enfermedades contagiosas.
En julio del año pasado, estos mismos sectores salieron a protestar a las calles.
Según Quintero, el país necesita personas con “integridad y sentido de justicia”, algo que, a su juicio, no tienen los representantes de los partidos actuales.
“Si tocas un partido, sale pus. La idea es que nazca un nuevo movimiento, con ideales diferentes, que vayan en contra de todo lo que destruye al país [...] si comenzamos por la cabeza, vamos a eliminar el mal en nuestra sociedad”, enfatizó.
Por su parte, Horacio Freeman, apóstol del Ministerio Tabernáculo de Santidad, coincidió con Quintero en el sentido de que no van a “permitir ciertas leyes que dañan a la familia [y] que van en contra de Dios y su palabra”.
Freeman añadió que el colectivo en formación también está enfocado en combatir el clientelismo. “No vamos a estar regalando alimentos ni cemento ni nada. La idea es que los candidatos hagan las cosas correctas. No estaremos comprando la conciencia de nadie”, aseguró.
El Ministerio Tabernáculo de Santidad tiene su sede principal en Santiago, provincia de Veraguas.
Tiene presencia en otras provincias, como Colón, Panamá y Chiriquí, con más de mil 500 miembros en todo el territorio nacional.
La Prensa intentó comunicarse reiteradas veces con Luis Pimentel, otro de los pastores evangélicos que conforma este grupo; sin embargo, no contestó las llamadas ni los mensajes.
Pimentel pertenece a la Comunidad Apostólica Hosanna, fundada en 1980 por Edwin Álvarez, la cual reúne a más de dos mil creyentes.
En julio de 2013, Edwin Álvarez fue noticia por otros asuntos: supuestas irregularidades en la compra y venta de tierras en Chiriquí.
‘POLÍTICA Y RELIGIÓN NO SE MEZCLAN’
Para sectores de la sociedad civil, politólogos y expertos en materia electoral, es un “retroceso y un peligro” que líderes religiosos, sea cual sea su creencia, intervengan en la política.
Hacen referencia a que esta participación reñiría con el artículo 45 de la Constitución, que dice: “los ministros de los cultos religiosos, además de las funciones inherentes a su misión, solo podrán ejercer los cargos públicos que se relacionen con la asistencia social, la educación o la investigación científica”.
El politólogo Richard Morales señaló que “sería peligroso intentar traducir creencias personales en políticas públicas […] hay que tener claro que no puede confundirse la militancia política con la membresía de una iglesia particular y pudiera ser que el PAIS esté pensando meramente que porque una persona asiste a una iglesia, por eso va a militar”.
Morales explicó que las lealtades políticas pueden ser distintas a las religiosas, y aunque admitió que es “positivo” que existan nuevas ideologías y que haya una mayor cantidad de propuestas políticas, opinó que el debate debe ser restringido y alejado de lo religioso.
La exlegisladora Teresita Yániz de Arias estuvo de acuerdo con Morales en que todo ciudadano panameño tiene derecho a la vida política y a proponer nuevas maneras de gobernanza.
También dijo que toda persona de un partido puede tener creencias, pero que ese político, de la religión que sea, debe saber distinguir las responsabilidades de su país y lo que son sus convicciones.
“Creo que no es saludable para la democracia del país que se constituyan partidos o movimientos que puedan no tener claramente definidos los límites entre la religión y la actividad política. Panamá es un Estado laico y en la Constitución se establece que líderes religiosos no pueden ocupar cargos públicos. Eso sería un enorme retroceso”, acotó.
Yániz de Arias reconoció que en el país y en el resto del mundo se ha intentado conformar este tipo de colectivos políticos, pero no han tenido éxito, y agregó que muchas veces se han pronunciado en temas de interés social de manera “sesgada y hasta fanática”.
Por su parte, el exmagistrado del TE Guillermo Márquez Amado recordó el caso de la Misión de Unidad Nacional, que, como se dijo, alcanzó el número de adherentes necesarios para participar en los comicios de 1994, pero rápidamente tuvo “profundas diferencias”, pues sus pastores parecían estar orientados por “genuinos intereses personales”.
De acuerdo con su opinión, el caso del PAIS no es diferente al de la MUN.
“La ciudadanía está más aprehensiva a estar incorporándose a estos partidos por la mala experiencia que tuvimos”, manifestó.
Según Márquez Amado, parte de estos grupos cristianos tiene grandes intereses económicos “comprometidos en el perfeccionamiento de la espiritualidad de los seres humanos”.
También hizo referencia a la posible violación del artículo 45 de la Constitución y resaltó que si estos líderes religiosos quieren ocupar un puesto político, deben separarse de su oficio.
“Cuando la política y la religión se mezclan, es como unir un fósforo con gasolina [...] no ha habido motivos que hayan causado más muertes en la humanidad que las guerras promovidas por la religión y la política”, sentenció.
Otra de las voces que se sumó a los cuestionamientos fue la de Pablo Morales, presidente del Comité Ecuménico de Panamá, quien asegura que los cristianos “están muy inocentes para entender cómo funcionan los Estados”.
“El hecho de que pongamos líderes religiosos dentro de un partido y los elijamos para que sean presidentes, diputados y alcaldes, al final vamos a tener los mismos resultados. La mayoría de los cristianos no ha hecho ese análisis”, expresó.
“Este líder religioso se mete a político dentro de una estructura que tiene sus maneras y cuando empieza a actuar no tiene resultados y es ahí cuando vienen las frustraciones. No estoy de acuerdo en que esta persona deje su investidura para hacer el rol de político”, agregó Morales, quien también reconoció que al final muchos de los seguidores de estos líderes se van a sentir traicionados y decepcionados.
Empezarán a recoger adherentes
El abogado y presidente del Partido Independiente Social (PAIS), José Alberto Álvarez, le confirmó a este diario que el próximo jueves 27 de abril la organización se presentará ante el Tribunal Electoral para empezar la recolección de adherentes.
Según Álvarez, el PAIS ya no estará conformado por ocho personas, pues en las próximas semanas se integrarán a la dirigencia expertos en materia de seguridad, mujeres y hasta un líder judío.
Sin dar muchos detalles, también señaló que una organización llamada Movimiento Independiente Social Demócrata manifestó su intención de unirse al partido. “Con esto, seríamos tres grupos en total”, dijo.
Álvarez manifestó que dos días antes de dirigirse al Tribunal Electoral convocarán una conferencia de prensa para presentar a los nuevos integrantes del colectivo. Según el Código Electoral, los partidos en formación tienen un periodo de 11 meses para legalizarse como colectivos.