Un hombre hizo detonar ayer una bomba casera en una de las terminales de transporte más concurridas de Nueva York a la hora de mayor demanda, en un hecho que dejó cuatro heridos y que fue calificado por el alcalde neoyorquino como un intento de ataque terrorista.
El sospechoso de haber causado el incidente en la Terminal de Autobuses de la Autoridad Portuaria de Nueva York, a una cuadra de Times Square, fue identificado como Akayed Ullah, de 27 años, dijo el comisario del departamento de Policía.
Ullah, nacido en Bangladés y que viajó por última vez a ese país en septiembre, tenía quemaduras y laceraciones, mientras que otras tres personas -entre ellas un policía- presentaban heridas leves. Ullah tuvo una licencia para manejar taxis y limusinas desde 2012 hasta 2015, que luego expiró, según una comisión de transporte.
El canal local WABC reportó que vive hace unos siete años en Estados Unidos y tiene domicilio en Brooklyn. La Casa Blanca dijo que el ataque demuestra la necesidad de reformas a las leyes migratorias.
El arma era una especie de bomba casera y estaba adherida al sospechoso mediante cremalleras y velcro, informó la Policía. El hecho se produjo al inicio de la hora pico en la emblemática ciudad estadounidense.
En una conferencia de prensa cerca del lugar del estallido, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, señaló que el dispositivo era de “nivel amateur”, mientras que el alcalde Bill de Blasio manifestó que se trató de “un intento de ataque terrorista”. El incidente fue captado por una cámara de seguridad, señaló la Policía.
En el video, publicado en NYPost.com, se ve el momento en que algo explota, humo, y a un hombre tendido en el piso de un túnel que conecta la estación del metro de Times Square con la de autobuses.
“Hubo una estampida en las escaleras para subir y salir”, dijo Diego Fernández, uno de los pasajeros que se encontraba en la Autoridad Portuaria. “Todo el mundo estaba asustado, corriendo y gritando”, agregó.
El incidente se produjo menos de dos meses después de que un inmigrante uzbeko atropelló con una camioneta alquilada a un grupo de peatones y ciclistas, y mató a ocho personas, entre ellas cinco amigos argentinos que recorrían una ciclovía de Nueva York, en un ataque que se adjudicó Estado Islámico.