Una evaluación que llevó a cabo el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) sobre los avances en el cumplimientos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente en la población de niños y adolescentes, dio cuenta de una “importante falta de datos” para medir el progreso.
Pese a que no hay ODS exclusivamente para la niñez, Unicef hizo un seguimiento y valoración de 44 indicadores sobre salud, educación y reducción de la pobreza vinculados a la niñez para conocer cuál ha sido el avance del país en esos temas.
La conclusión es que Panamá corre el “riesgo” de no cumplir con 26 de esos indicadores, por falta de datos estadísticos actualizados.
Falta de datos impide medir avances en niñez
La falta de datos estadísticos que permitan medir el progreso de Panamá en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que están relacionados con la niñez, se ha vuelto un tema que inquieta a la Unicef.
Los ODS son 17 objetivos globales –adoptados en septiembre de 2015– que se deben cumplir al año 2030 con el propósito de erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad. En el caso de la niñez, hay 44 indicadores que permiten evaluar de forma precisa el resultado o el impacto de las acciones adoptadas.
Unicef ha hecho un seguimiento de estos 44 indicadores en 146 países, incluido Panamá, para medir el progreso de los derechos del niño en cinco dimensiones: el derecho a sobrevivir y prosperar, a aprender, a estar protegido contra la violencia, a vivir en un entorno seguro y limpio, y a tener las mismas oportunidades de triunfar.
Panamá quedó ubicada en la posición 67 de los países que han progresado en cuanto a la publicación de sus datos estadísticos, la misma posición que ocupa Nicaragua, y muy por debajo de otros de Centroamérica.
En esta región el mejor ubicado fue El Salvador, en la posición 5; seguido de Costa Rica, en la 14; Guatemala, en la 35; y Honduras, en la 58.
El análisis
Como parte del análisis se establecieron trayectorias (análisis prospectivos) para determinar si se habían cumplido los objetivos mundiales, si los países estaban en camino de alcanzar esos objetivos o si era necesario acelerar el progreso a fin de alcanzarlos para 2030.
En ese sentido, Panamá alcanzó las metas en dos indicadores: mortalidad antes de los cinco años y mortalidad neonatal. Sin embargo, para Unicef, el país corre el “riesgo” de no cumplir con 26 de los 44 indicadores relacionados con los niños por la falta de datos.
Algunos de los indicadores en los que hace falta data son: porcentaje de niños que viven por debajo de la línea nacional de pobreza; niños en el nivel inferior de la escuela secundaria logrando por lo menos un dominio mínimo en lectura y matemáticas; y cobertura de los servicios esenciales de salud para niños.
“La medida en la que el Gobierno cumpla su compromiso con los niños determinará el logro de los ODS, así como el empuje del Gobierno para cumplir con la promesa de los ODS determinará el futuro de los niños en Panamá”, manifestó Kyungsun Kim, representante de Unicef en Panamá.
Kim expresó que para lograrlo hace falta una recolección clara, sistemática y confiable de datos sobre niñez que permitan hacer un análisis de la situación y, a partir de la evidencia, elaborar políticas orientadas a garantizar sus derechos.
En la ruta
Panamá está en camino de cumplir solo cuatro indicadores más de los ODS relativos a la niñez: proporción de nacimientos atendidos por personal de salud idóneo; -número de nuevas infecciones de VIH en niños menores de cinco años; -suministro de agua –con el 95% de su población con servicios básicos de agua– y saneamiento.
La evaluación de Unicef también indica una “necesidad urgente” de redoblar los esfuerzos en siete indicadores para los cuales hay datos de calidad disponibles. Se necesita una aceleración significativa, por ejemplo, para acabar con las uniones infantiles, aumentar la participación de los niños en el aprendizaje organizado, un año antes de la edad oficial de ingreso a la escuela, y aumentar la proporción de población cubierta con las vacunas incluidas en el programa nacional.
Otro reto que enfrenta Panamá, entre otros países, es la desagregación de datos por género, origen étnico, estatus migratorio, riqueza de los hogares, discapacidad, entre otros factores que permitan mirar más allá de los promedios nacionales, para asegurarse de no dejar a ningún niño o niña atrás.
Para Roderick Chaverri, vicepresidente de la Red de Niñez y Adolescencia, el Estado no da prioridad al tema de desarrollo humano y menos al tema de niñez. “El país malgasta recursos en subsidios o transferencias económicas condicionadas, y no tiene seguimiento ni evaluación de resultados. No hay acompañamiento y por ende no hay impacto”, remarcó.
Chaverri advirtió que el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) se ha vuelto una caja de repartir dinero.
El ministro de Salud, Miguel Mayo, argumentó que los índices de salud de la niñez han mejorado en el país. “En cuanto al índice de cobertura de servicios para niños y niñas, el problema es que es un índice nuevo y no hay con qué compararlo”, aseguró el funcionario.
Michelle Muschett, ministra de Desarrollo Social, adujo que el tema de niñez y adolescencia va transversal a los ODS, es decir, que ninguno de esos objetivos es exclusivo para ver cómo avanzamos en niñez.
“Con lo que se refiere a data, es y sigue siendo un desafío importante en Panamá y en el mundo. Se ha hecho un esfuerzo grande para identificar los indicadores disponibles y clasificarlos dependiendo de la agenda del país”, acotó.