Familiares e indígenas del oeste hondureño exigieron ayer la aplicación de la justicia a los autores intelectuales del asesinato de la ambientalista Berta Cáceres, ejecutado hace dos años por oponerse a la construcción de una represa hidroeléctrica en un río.
“Solo han agarrado a los gatilleros, pero no a los autores intelectuales” del crimen, dijo la madre de la ambientalista, Austra Flores.
Flores se quejó de que el fiscal general, Óscar Chinchilla, se ha negado a recibirla, pese a que después del crimen ella le envió una nota pidiendo una comisión internacional que investigue el asesinato porque duda que la justicia hondureña sea efectiva.
Ocho sospechosos están detenidos, al menos cuatro de ellos empleados de Desarrollos Energéticos, S.A., compañía señalada por la dirigente indígena de amenazarla de muerte.

