Al menos $2.1 millones fueron hallados dentro de dos vehículos en Condado del Rey; un conductor abandonó su carro en un puesto fronterizo en Chiriquí con $500 mil; y a una funcionaria de la Contraloría General de la República le decomisaron $87 mil en su residencia en Villa Zaíta.
Todos estos operativos, de fecha reciente, han alertado a las autoridades sobre el creciente ingreso de dinero en efectivo al país para actividades que se presume están relacionadas con el blanqueo de capitales.
Así lo confirmó el fiscal antidrogas del Ministerio Público, Markel Mora, quien precisó que el citado decomiso de $2.1 millones ha sido el más grande de este año.
Mora reveló que la fiscalía maneja 16 casos de decomiso de dinero en efectivo en 2018, por los que hay 22 personas detenidas.
Destacó que en lo que va de 2018 se han incautado de $4 millones 785 mil 577 en efectivo, mientras que durante todo el año anterior decomisaron $3 millones 259 mil 646. Ese año se registraron 31 decomisos.
De acuerdo con Mora, el promedio mensual de decomisos es de entre tres y cuatro, y reveló que los sectores donde mayormente se decomisa este dinero es en los puestos fronterizos con Costa Rica y en los aeropuertos.
Sin castigo
El fiscal reconoció que al Ministerio Público le preocupa la gran cantidad de personas que son capturadas con importantes sumas de dinero en efectivo y que resultan finalmente absueltas por los tribunales.
Según Mora, los abogados de los investigados aducen que no es un delito tener dinero efectivo dentro de un vehículo, en el clóset o en la residencia.
Explicó, sin embargo, que en la mayoría de los casos las personas capturadas con el dinero no tienen cómo sustentar su ingreso al país y cuando se inician las pesquisas las autoridades descubren que existen vinculaciones con operaciones de narcolavado.
Explicó que en los casos que maneja la fiscalía se logra comprobar la primera fase del delito de blanqueo de capitales, que es la etapa de la colocación del dinero, en la que ingresa al país el activo procedente de actividades delictivas.
Sin embargo, dijo que los jueces dictan las absoluciones con el argumento de que para que ocurra el delito de blanqueo se deben completar otras dos fases: de encubrimiento e integración. La de encubrimiento es la fase en la que se realizan transacciones complejas para intentar legalizar el dinero. En la de integración se ejecuta el retorno del dinero blanqueado al sector de la economía del que procedía o a otro sector diferente, pero con apariencia de legitimidad, detalló Mora.