Fiscalía: Mossack Fonseca ocultó origen del dinero de actividades ilícitas

Fiscalía: Mossack Fonseca ocultó origen del dinero de actividades ilícitas


“Durante la investigación se ha podido establecer que la firma de abogados Mossack Fonseca o Bufete MF&Co ocultó y encubrió el origen y propiedad de dinero, valores y patrimonio, producto de actividades ilícitas, creando esquemas o estructuras para sus clientes acerca de cómo mantener reservadas sus identidades; además, ayudó a asegurar su provecho”.

+info

Departamento de Justicia de Estados Unidos declara a Ramsés Owens fugitivoRevelaciones de ICIJ permitieron a 22 países la recuperación de millones de dólares

Esta es la conclusión a la que ha llegado la Fiscalía Segunda Especializada Contra la Delincuencia Organizada tras una investigación de las actividades de la firma panameña en Brasil. Y este es su principal argumento para solicitar –en su vista fiscal del pasado 20 de mayo– el llamamiento a juicio por presunta comisión de blanqueo de capitales a 34 empleados de la firma MF, incluidos sus socios fundadores: Jürgen Mossack y Ramón Fonseca Mora, así como sus más altos ejecutivos.

La pesquisa tuvo su origen en publicaciones locales y extranjeras sobre la posible relación entre Mossack Fonseca & Co. (Brasil) y Mossack Fonseca & Co. (Panamá) en la presunta comisión de delitos en Brasil, consistentes en la creación de sociedades offshore para el “ocultamiento de valores y patrimonio de procedencia sospechosa”.

Además, que la firma, tanto en Brasil como en Panamá, guardaba “estrecha colaboración”, incluso hasta para cancelar sociedades que se relacionaban con investigaciones adelantadas por las autoridades brasileñas.

Lava Jato y M&F

La pieza del rompecabezas se descubre por el uso de sociedades offshore vinculadas con la constructora brasileña OAS –investigada en la operación Lava Jato– para adquirir apartamentos en el condominio Solaris, ubicado en Guarujá, San Pablo -donde el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva también tiene un inmueble– para el pago de sobornos por contratos adjudicados a OAS.

La investigación en Brasil detalló que Eliana Pinheiro De Freitas, representante legal de la sociedad Murray Holdings LLC, registrada en Nevada, Estados Unidos, adquirió varios apartamentos del condominio Solaris, entre esos, la unidad No.163-B, registrado a nombre de Nelci Warken, aunque posteriormente se determinó que fue una operación para ocultar a los verdaderos dueños del inmueble. A partir de esta sociedad, los investigadores desvelaron un esquema de sociedades offshore vinculadas a Mossack Fonseca.

Tras interceptaciones telefónicas autorizadas, las autoridades brasileñas confirmaron la relación entre Nelci Warken, Eliana Pinheiro y Ademir Auada, este último, cliente de Mossack Fonseca.

Fueron interceptados diálogos entre Nelci Warken y Auada, y conversaciones entre este y empleados de Mossack Fonseca en las que constan pedidos de alteraciones en las empresas bajo investigación.

Se comprobó que Mossack Fonseca fue intermediario en la constitución de sociedades como Milzart Overseas Holdings, controlada por el exdirector de Servicios de Petrobras Renato Duque, condenado por corrupción.

Además, creó las sociedades Backspin Management, S.A., Daydream Properties Ltd., Tropez Real Estate, S.A. y Dole Tec Inc., controladas por el exgerente de Petrobras Pedro Barusco; y la empresa Mayana Trading Corp., operada por el empresario Mario Goes. Además, Kingsfield Consulting Corp., creada para el intermediario financiero Roberto Trombeta.

Barusco, Goes y Trombeta son delatores del escándalo y dieron detalles de cómo funcionaba el esquema criminal para drenar los fondos de la compañía estatal Petrobras.

Destruyen pruebas

La investigación en Brasil halló que posiblemente los responsables de la firma “tienen conocimiento del carácter ilícito de las actividades desarrolladas por la empresa y al mismo tiempo, coordinadamente se organizan para ocultar evidencias y material probatorio que pudieran ser aprehendidos por las autoridades policiales en caso de una posible búsqueda o aprehensión”.

Se identificó como las personas en Mossack Fonseca que desempeñaban estas actividades a María Mercedes RiañoLuis Fernando Hernández, Ricardo Honorio Neto, Renata Pereira Brito y Rodrigo Andrés Cuesta.

Las autoridades lograron escuchar una conversación de Auada con su hija Carolina en la que ella le informa que están terminando de triturar documentos. Incluso, sugirió comprar otra trituradora.

También se menciona un correo interceptado en 2007 en el que Riaño orienta a empleados de Mossack Fonseca Brasil, entre ellos, Renata Pereira, para ocultar documentos y archivos de la firma tras ser alertada de una operación de la Policía Federal.

La propia Riaño, en su indagatoria en Panamá, señaló que en la firma operaba un “círculo cero que confeccionaba las estructuras más sofisticadas para la evasión de impuestos”. Entre sus integrantes mencionó a Ernesto González, Katia Solano, Edison Teano, Marisabel Robles, Sandra de Cornejo, Sara Montenegro, Jossete Roquebert, Luis Martínez, Rubén Hernández, José Gregorio y Chris Zollinger.

Riaño, la accionista

Ricardo Honorio Neto, gerente administrativo de Mossack Fonseca Brasil, declaró que todos los actos de gestión de Mossack Fonseca Brasil estaban a cargo de Riaño, tenedora de acciones de la sociedad, y que él figuró, hasta 2005, como socio de la firma, pues Riaño, por ser extranjera, no podía ser socia.

Neto declaró que el “gran negocio” de Mossack Fonseca es dejar a sus clientes ocultos. Reveló que la firma en Brasil no poseía cuentas bancarias en ese país, a pesar de que prestaba servicios allá. Añadió que el bufete trabajaba con cuentas en Panamá, una a nombre de Mossack Fonseca Do Brasil, en el banco FPB y en Towerbank; otra a nombre de Lydford, en el FPB, y otra a nombre de Jablan, en Multibank.

Fonseca se desvincula

Jürgen Mossack declaró, a su turno, que Mossack Fonseca Brasil es una sociedad constituida y existente según las leyes de Brasil, y “cuyo único propietario es la señora María Mercedes Riaño”.

Añadió que la relación financiera entre el bufete panameño y el franquiciado en Brasil se basa en un contrato de representación y luego en la facturación contra el franquiciado, a quien le toca pagar las facturas.

Ramón Fonseca Mora, a su vez, negó los cargos en su contra. Dijo que con Riaño la firma mantuvo por más de 15 años un contrato de representación en el que ella tenía derecho a usar su nombre, tener a Brasil como territorio exclusivo y obtener de ellos precios especiales... “ella era su cliente, no su filial”, afirmó.

Aseguró que Riaño actuaba “en forma totalmente independiente, siendo dueña de las sociedades Mossack Fonseca Brasil”.

Pero los señalamientos de los fundadores de la firma contrastan con correos interceptados entre empleados de Mossack Fonseca Panamá y Brasil. En estos discuten sobre nuevos mercados para la apertura de empresas, así como valores de adquisición de manutención de las empresas e intercambio de mensajes sobre auditorías internas, lo que indica que ambas sí tenían una estrecha relación, indica la fiscalía.

Riaño se defiende

Riaño dijo que solo “mercadeaba” y “vendía” sociedades constituidas por el bufete Mossack Fonseca Co. Panamá y negó ser dueña de las acciones de la firma en Brasil.

Relató que, por instrucciones de Jürgen Mossack y Ramón Fonseca, impartidas a Sandra de Cornejo (del Departamento de Cumplimiento), “me hicieron firmar muchas certificaciones de debida deligencia, en donde yo debía identificar quiénes eran los beneficiarios”. Añadió que “subordinadas de Sandra de Cornejo confeccionaban las declaraciones y las imprimían para que yo las firmara”.

Agregó que durante las dos semanas que firmó certificaciones, tuvo acceso al sistema y se percató de que los directores de las sociedad Mossack Fonseca en Panamá firmaban formularios de apertura de cuentas bancarias en blanco, “es decir, ni siquiera les interesaba llenar el espacio del verdadero beneficiario”.

Añadió que en la oficina de Brasil ella corría con los gastos, pero cuando Mossack Fonseca & Co. Brasil quedó inactiva, se creó, por recomendación de su contador, la empresa María Mercedes Riaño Quijano, ME, en la que estaban registrados los empleados de la oficina en Brasil.

Negó haber destruido documentos. Lo que hizo, dijo, fue “borrar la información y trasladar documentos que no tenían cabida en el local”.

Riaño explicó que Ademir Auada venía a Panamá y era recibido por el servicio contratado por Mossack Fonseca en el Royal Saloon del aeropuerto y se hospedaba en el hotel Plaza Paitilla Inn.

Declaró que la sociedad Murray Holdings fue solicitada por Auada, pero que en la debida diligencia aparecía Nelci Warken, relacionada con la sociedad Sun Sund, una empresa que fue pagada por Auada. Aseguró que Auada casi siempre venía a Panamá y retiraba personalmente los documentos de las sociedades que adquiría.

Solicitan juicio para 34 personas

  • Jürgen Mossack
  • Ramón Fonseca Mora
  • Edison Teano
  • María Mercedes Riaño
  • Sara Montenegro de Vallarino
  • Sandra Naranjo Cornejo
  • Luis Adonay Martínez
  • Josette Roquebert
  • Ramsés Genaro Owens
  • Marisabel Robles
  • Carlos Sousa Lennox
  • Rubén Hernández
  • Ernesto González
  • Katia Solano
  • Ricardo Samaniego
  • Yadira de Boutaud
  • Yenny Martínez
  • Yakeline Pérez
  • Hercibelle González
  • José Jaime Meléndez
  • Jaqueline Alexander
  • Verna de Nelson
  • Giselle Ocampo
  • George Allen
  • Leticia Montoya
  • Yvett Rogers Imogene Wilson
  • Francis Pérez
  • Rey Taylor
  • Carmen Wong
  • Reina Chong
  • Hilda Soto
  • Isabel Fonseca Franco
  • Adrián Simon

LAS MÁS LEÍDAS