El presupuesto y la transparencia fueron temas centrales ayer en el discurso ofrecido por el rector de la Universidad de Panamá (UP), Eduardo Flores, como parte de sus dos años de gestión.
Flores lamentó que los recursos económicos continúan siendo unos de los limitantes para atender las necesidades más apremiantes que tiene ese centro de enseñanza superior en infraestructura, capacitación de personal, investigación y la ampliación de la presencia de la UP en más puntos del país.
De hecho mencionó que para el próximo año habían solicitado un presupuesto de $322 millones, sin embargo, no se le aprobó en su totalidad.
Comentó que aunque el dinero no es un determinante de la calidad de enseñanza que se imparte desde la UP, desde su punto de vista los $265 millones que se les aprobaron “no son suficientes para atender las múltiples necesidades que hay en la entidad”.
Este ha sido uno de los reclamos que ha hecho Flores a los miembros de la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional y el Ministerio de Economía y Finanzas.
La fiscalización
Por otro lado, el rector hizo hincapié en que durante su administración han puesto atención a la transparencia de los procesos de gestión dentro de esta entidad.
Por ejemplo, Flores informó que durante estos dos años unas siete personas han sido destituidas por cometer delitos, y advirtió a los funcionarios de la UP que existirá “cero tolerancia” ante cualquier falta que implique lesiones a la institución.
De igual manera, recordó que recientemente se aprobó una resolución que prohíbe el nombramiento en la universidad de las parejas o personas con parentesco dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad de los diferentes directivos.
Dentro de los logros durante estos dos años se dio cuenta de la investigación mediante la asignación de un fondo de $200 mil, además de impulsar la capacitación docente.
Opiniones
Sobre estos planteamientos, Vicente Archibold, docente de la UP y miembro del Movimiento de Adecentamiento de la Universidad de Panamá, estimó que existe una “genuina” intención del rector de mejorar las cosas en la entidad educativa.
Sin embargo, aseguró que a lo interno de esta casa de estudio existe “una mafia” docente, administrativa y estudiantil enquistada desde la pasada administración, que continúa impidiendo los cambios profundos que se requieren.
A su juicio, “salir de ese aprisionamiento será una batalla dura para el rector Flores y su equipo de trabajo, pero es la única forma de lograr una transformación”.
Actualmente esta institución educativa brinda 120 licenciaturas, 120 maestrías y además ofrece 10 doctorados. Tiene presencia en todas las provincias y cuenta, además de sus 19 facultades, con centros regionales desde Darién hasta Bocas del Toro, y con 25 programas anexos.
Esta universidad alberga una población de 65 mil estudiantes, unos 4 mil 400 profesores y 4 mil administrativos.