Algunos países de América trabajan en una inédita resolución del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas sobre la crisis que golpea a Venezuela, dijo ayer lunes en Londres el canciller chileno, Roberto Ampuero.
La medida se conoce luego de que el Grupo de Lima, que integra una docena de países de América, acordó reducir sus relaciones diplomáticas con el país caribeño, tras las polémicas elecciones en que Nicolás Maduro fue reelecto mandatario de la nación petrolera.
“Todas las iniciativas que apunten a conseguir el fin de la crisis en Venezuela son valorables. Por eso, Chile y otros países del grupo de Lima están trabajando en un proyecto de resolución del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre este tema”, manifestó Ampuero.
La expresidenta chilena Michelle Bachelet, quien asumió recientemente el cargo de Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos con sede en Ginebra, aceptó reunirse con el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, que debe pronunciar el martes un discurso en Ginebra.
La situación del país petrolero es sin duda una de las primeras pruebas para su nuevo cargo.
Por su parte, Estados Unidos llamó ayer a la comunidad internacional a ahogar financieramente al Gobierno de Venezuela y aseguró que el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, es “un ladrón” y “un narcotraficante”.
El gobierno de Nicolás Maduro “está cometiendo un crimen moral contra el pueblo” y atenta contra “la paz y la seguridad regional”, dijo la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, en la reunión que convocó en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Cabello “es considerado el segundo hombre más poderoso de Venezuela”.
“Es también un ladrón y un narcotraficante que utiliza su poder para llenar sus bolsillos”, según Haley.