El fiscal del caso de los pinchazos, Harry Díaz, hizo correcciones de estilo y no de fondo a su escrito de acusación, tras reunirse con la defensa del expresidente Ricardo Martinelli, como lo ordenó la semana pasada el juez de garantías, Jerónimo Mejía.
Carlos Herrera Morán, vocero de los querellantes, reveló que Díaz corrigió aspectos ortográficos y en el orden en que se presentaron las pruebas y testimonios, pero no accederá a revelar la identidad del testigo protegido, como lo pidió la defensa.
La audiencia será reanudada mañana. El fiscal debe entonces presentar las correcciones a su escrito.
Díaz, Martinelli y los retoques al escrito de acusación
Las víctimas y querellantes en el proceso de los pinchazos reiteraron ayer su posición de que se mantenga en reserva la identidad del testigo protegido cuando mañana se reanude la audiencia de acusación al expresidente Ricardo Martinelli.
En la última audiencia del proceso, celebrada el 16 de julio pasado, el juez de garantías, el magistrado Jerónimo Mejía, dio un plazo de cinco días hábiles al fiscal de la causa, Harry Díaz, y a la defensa del expresidente, para que se pusieran de acuerdo en algunas correcciones al escrito de acusación que presentó el fiscal contra Martinelli, así como en una petición de la defensa para que se revele la identidad del testigo protegido.
En la audiencia del 9 de julio pasado, el fiscal Díaz entregó al juez de garantías un sobre sellado con un disco compacto marca Maxell, que tiene grabadas la imagen y voz distorsionadas del testigo protegido, quien ha sido identificado con el número 8430145.
Hubo reunión
Fuentes ligadas al proceso informaron que la semana pasada la defensa de Martinelli se reunió con el fiscal Díaz, en relación con el pedido del juez de garantías.
Según el abogado Carlos Herrera Morán, vocero de los querellantes, las únicas correcciones que ha realizado el fiscal al escrito de acusación son de ortografía, y ordenó la numeración de los testimonios y de algunas pruebas que presentó.

En cuanto a rectificaciones de forma, como pidió la defensa, el fiscal no hará ninguna, incluyendo la protección de la identidad del testigo protegido, comentó Herrera Morán.
El vocero de los querellantes expresó que la figura del testigo protegido está regulada por ley, y esta obliga a mantener en secreto la identidad de la persona, es decir, su nombre, número de cédula y su domicilio.
Detalló que el fiscal, la defensa de Martinelli y los abogados de los querellantes pueden hacerle todas las preguntas que quieran al testigo protegido, si su testimonio es aceptado como prueba en la etapa del juicio oral.
Indicó que en esa fase puede aparecer la silueta del testigo protegido detrás de una mampara, con el fin de impedir que los presentes lo identifiquen.
Herrera Morán explicó que los acusados dentro de los procesos penales no pueden tener acceso a la identidad de los testigos protegidos, porque la vida de esta persona corre peligro.
“Nosotros sabemos que en este caso Martinelli tiene recursos económicos, políticos y materiales y pudiera perfectamente poner en peligro al testigo protegido”, advirtió.
Por su parte, la perredista Balbina Herrera, una de las víctimas en el proceso, advirtió que la decisión final sobre la identidad del testigo protegido la tomará el juez de garantías.
Acotó que hay que tener mucho cuidado en acceder a identificar al testigo protegido, porque ya ella fue víctima de una seguidora de Martinelli que le lanzó una botella plástica.
“Estamos hablando cosas muy delicadas, de un presidente de la República que utilizó el Consejo de Seguridad Nacional para perseguir a los opositores”, dijo Herrera.
Este diario buscó la versión del fiscal Harry Díaz, pero no respondió a llamadas ni chats.
Defensa critica a Díaz
En tanto, Roniel Ortiz, del equipo de abogados de Martinelli, dijo que con la corrección de los elementos de prueba que servirán para el juicio oral la defensa lo que quiere demostrar a la ciudadanía es que el fiscal “no sabe lo que está haciendo”.
Indicó que, en primer lugar, demostrarán que el fiscal lo que hizo fue una compulsa de un expediente para acusar a Martinelli por los pinchazos. “Ahora resulta ser que cuando Harry [el fiscal] recibe la denuncia, él no podía extraditar a Martinelli por los pinchazos, porque para los estadounidenses pinchazos no es un delito”, dijo.
Señaló que el fiscal mezcla varios expedientes en el proceso, entre ellos, uno por la pérdida de la máquina pinchadora, en el que, según Ortiz, hay una auditoría que dice que Martinelli “no tiene nada ver con esos hechos”. Pero, según el abogado, aun así el fiscal acusó al exgobernante.
El fiscal acusa a Martinelli de la supuesta comisión de delitos contra la inviolabilidad del secreto y el derecho a la intimidad, peculado de uso y de sustracción, y pide 21 años de cárcel.

