Inmuebles violarían leyes del Casco Antiguo

Inmuebles violarían leyes del Casco Antiguo


La muralla histórica del Casco Antiguo es devorada por matorrales y trabajos de remodelación que se hacen en su perímetro, a pesar de que sirve de amortiguamiento para edificaciones que forman parte del Conjunto Monumental.

El director de la Asociación de Vecinos y Amigos del Casco Antiguo, Fernando Díaz, aseguró que la falta de mantenimiento y fiscalización por parte de Patrimonio Histórico ha permitido que las raíces de estos matorrales provoquen roturas en la muralla, que también es afectada por remodelaciones a inmuebles colindantes.

Por ejemplo, el hotel Casa Lola, que estaría incumpliendo medidas legales y de seguridad, confirmó el director de Obras y Construcciones de la Alcaldía de Panamá, Antonio Docabo. Casa Lola “se encuentra en desacato”, dijo Docabo, tras una orden para detener las obras.

Este diario intentó obtener la versión de Patrimonio Histórico y de Alessandro Cavallera, directivo de Casa Lola, pero no respondieron a los cuestionamientos.

Muralla histórica, en peligro y abandonada

La histórica muralla del Casco Antiguo, con casi 350 años de existencia, y edificaciones que pertenecen al Conjunto Monumental del casco histórico, enfrentan peligros nuevamente. Aunque su preservación está reglamentada por ley, ello no es óbice para incumplir la legislación por parte de algunos que adquieren inmuebles en esa zona.

Un recorrido de este diario por el área amurallada desvela la poca protección del monumento por parte de las autoridades encargadas de su preservación, así como lo que puede calificarse de infracciones a la ley de preservación del sitio.

A simple vista, resaltan construcciones sin guardar la distancia reglamentaria, zonas que muestran roturas por la vegetación que crece en su interior, incluso, pintorreteadas, así como edificaciones usadas por hoteles y restaurantes sin permiso de construcción ni ocupación, a pesar de que tanto la muralla perimetral como los edificios son parte del Conjunto Monumental del Casco Antiguo, amparadas bajo dos decretos y, por lo menos, dos leyes que la rigen.

En 1997, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) incluyó el Casco Antiguo en el listado de Patrimonio de la Humanidad.

Pero, ¿cuáles son las medidas de protección que implementa la Dirección de Patrimonio Histórico para preservar el Conjunto Monumental del Casco Antiguo? ¿Cuántas inspecciones ha realizado para detectar irregularidades tras otorgar certificaciones de valor patrimonial? Linette Montenegro –directora de Patrimonio Histórico– no respondió las preguntas.

Desacato

Frente a la mirada de las autoridades está una edificación que presenta irregularidades respecto a la reglamentación patrimonial y en temas de seguridad. Se trata del hotel Casa Lola.

Es un inmueble en el Casco Antiguo que ha recibido dos certificaciones de valor patrimonial de “primer y tercer orden”. Es decir, que la muralla debe ser “valorizada”, realzada y conservar su fachada, eliminando elementos discordantes.

Ubicado a poca distancia de la Presidencia de la República, el hotel –bajo la sociedad Casa Lola– carece de permisos de construcción y ocupación, aunque las obras que se llevan a cabo en esta edificación son visibles. El inmueble cuenta con dos restaurantes, cuya energía eléctrica es generada por una planta eléctrica.

La Alcaldía de Panamá, desde el 19 de marzo del año pasado, ordenó la “suspensión inmediata” de la obra, (ver facsímil), pero estas mantienen su marcha.

El director de Obras y Construcciones de la Alcaldía capitalina, Antonio Docabo, confirmó que Casa Lola “se encuentra en desacato por incumplimiento de orden de suspensión” de obra.

Docabo afirmó que “el anteproyecto de hotel Casa Lola, aceptado el 27 de mayo de 2016, no posee planos constructivos registrados ni en recorrido, por ende, tampoco permiso de construcción”, que otorga esa dirección alcaldicia.

La misma nota “ordena al corregidor velar con el cumplimiento y seguimiento del mandato”. Pero nada ha impedido el curso del trabajo.

No es todo. La rehabilitación y construcción del hotel, que colinda con la contramuralla que data de 1672, no cumple con la distancia de dos metros que exige el Decreto Ley 9 de agosto de 1997, según informes técnicos de diferentes entidades, entre ellas, Patrimonio Histórico.

El artículo 128 de ese decreto ley resalta que las edificaciones de antes de 1850 deben conservarse y restaurarse íntegramente, y advierte de que se deben modificar o eliminar los elementos discordantes.

Entre los elementos discordantes se hallan, por ejemplo, obras que sobrepasan los niveles aprobados y la existencia de desagües visibles (ver foto 2).

En noviembre de 2015, Casa Lola fue sancionada con 150 mil dólares por trabajos no autorizados, que la sociedad pagó. Una segunda sanción fue aplicada en marzo de 2017 por Patrimonio Histórico, aunque se desconocen los detalles. Lo que sí se sabe es que dos años después, todo sigue igual. ¿Qué acciones aplicará Patrimonio Histórico para preservar las infraestructuras históricas? ¿Por qué continúan las obras en Casa Lola? Patrimonio Histórico guardó silencio.

Caso omiso

El director de Obras y Construcciones de la Alcaldía aseguró que la empresa constructora ha hecho “caso omiso” a la orden de suspensión que emitió esa entidad. En cinco ocasiones, desde el 25 de septiembre de 2014, informó Docabo, la Alcaldía le advirtió a la empresa sobre sus incumplimientos.

También se tuvo acceso a informes de Patrimonio Histórico en los que se advierten irregularidades, como el fechado el 13 de marzo de 2018, que indica que durante la inspección a sus obras “se pudo observar que no cuenta con permiso de construcción ni planos aprobados, lo cual ya había sido sancionado” en septiembre de 2014 y en julio de 2015.

El informe resalta que los dueños realizaban remodelaciones en la azotea “sin el permiso respectivo”.

Pero, sorprendentemente, desde mayo de 2016, Casa Lola cuenta con un aviso de operación del Ministerio de Comercio e Industrias.

Piden protección

Detener los abusos, el abandono y la falta de protección al monumento patrimonial del Casco Antiguo es lo que solicitan varios miembros de la sociedad civil que exigen al Gobierno poner “orden” en la zona.

El director de la Asociación de Vecinos y Amigos del Casco Antiguo, Fernando Díaz, dijo que “los esfuerzos han sido muy escuetos” para proporcionar recursos en la conservación y mantenimiento preventivo a la muralla y edificios coloniales.

Díaz insistió en que “hay un estado generalizado de deterioro” de los monumentos y que hay construcciones “abusivas” o que no están apegadas a las normativas”. Por ejemplo, el restaurante que opera en Casa Lola, que se convierte “en competencia desleal para desarrolladores que cumplen las normas”, subrayó.

A su juicio, la “mayor debilidad” de Patrimonio Histórico es ser una dirección y no tener autonomía. Su opinión la respalda el exdirector de Patrimonio Histórico Sebastián Paniza, quien abogó por más recursos económicos y la contratación de personal idóneo.

“El puesto de director se lo están dando a personas que no tienen trayectoria, capacidad ni experiencia, que van a aventurar y a aprender, sin hacer valer las leyes”, criticó el exfuncionario.

Paniza afirmó que “ha habido mucha ligereza de algunos funcionarios que aprueban cosas que van en detrimento de la ley”.

Denunció, por ejemplo, que, con conocimiento de las autoridades, hotel Casa Lola “tiene un restaurante que opera con una planta eléctrica y se autodenomina el mejor restaurante del Casco Antiguo”.

Precisamente, en redes sociales se promociona el hecho de que el restaurante y la azotea del hotel fueron visitados por actores de Hollywood y otros artistas.

Casa Lola

¿Desde cuándo Casa Lola cuenta con permiso de construcción y ocupación? ¿Qué tipo de sistema eléctrico están utilizando actualmente para la operación de los dos restaurantes y su bar? ¿Con qué tipo de dispositivos de seguridad cuenta este hotel para resguardar la vida de sus clientes? Son interrogantes que no fueron respondidas a este medio por Alessandro Cavallera, directivo, secretario y uno de los suscriptores de Casa Lola, S.A.

De acuerdo con residentes de la zona, en agosto pasado, la planta eléctrica que utilizaba Casa Lola para el alumbrado del local estalló. Sus huellas son visibles en la foto superior. (ver foto 1).

También se reportó que el agua de un ducto proveniente de la azotea del inmueble habría caído sobre la histórica muralla, pero indican los residentes que Patrimonio Histórico no se presentó para inspeccionar.

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