La determinación de Gran Bretaña de “mantenerse firme” contra el terrorismo es más fuerte que nunca, dijo su primera ministra, Theresa May, mientras el país recuerda el primer aniversario de un atropello y un ataque con un cuchillo en el Puente de Londres.
Ocho personas fallecieron y casi 50 resultaron heridas cuando tres agresores atropellaron a varios peatones sobre el puente y apuñalaron a otros en el cercano Borough Market. El incidente se produjo tras dos semanas de que una bomba matara a otras 22 personas después de un concierto en el Manchester Arena. Sobrevivientes, políticos y equipos de emergencia asistieron a un acto religioso en la catedral de Southwark, en las inmediaciones del Puente de Londres, ayer. El país guardó un minuto de silencio a las 16:30 de la tarde.
May homenajeó la valentía de los equipos de emergencia y de otras personas, como Ignacio Echeverría, un español que atacó a los agresores con su patineta y perdió la vida en el ataque.
Dijo que el hecho de que siete de las ocho víctimas no eran de Gran Bretaña -sino de Francia, España, Australia y Canadá- fue “un reflejo de nuestra gran capital cosmopolita, cuya energía y valores une a personas de todo el mundo, y un recordatorio trágico de que la amenaza del terrorismo trasciende fronteras y nos impacta a todos”.
“Nuestra determinación de mantenernos firmes y superar esta amenaza juntos nunca ha sido más fuerte”, agregó May.
El ataque en el London Bridge fue uno de una serie de atentados en Gran Bretaña en 2017 en los que participaron extremistas islámicos o de extrema derecha que mataron a 36 personas en total.
El nivel de amenaza oficial de Gran Bretaña debido al terrorismo es “severo“, el segundo más alto de los cinco niveles, lo que significa que es muy probable que se produzca un ataque.
El gobierno dijo el domingo que prevén que “la amenaza del terrorismo islamista se mantenga en su nivel actual durante al menos los próximos dos años y podría aumentar más”.

