En Venezuela, Nicolás Maduro germina, mueve los hilos del poder a su antojo, mientras que la oposición adelanta acercamientos con el Departamento de Estado y el Pentágono estadounidense para tratar de buscarle una salida a la crisis que ahoga a la nación sureña.
Ayer, ante cientos de sus seguidores, Maduro propuso adelantar las elecciones de la Asamblea Nacional, que lidera el presidente encargado Juan Guaidó, y que debería terminar su período en diciembre de 2020.
“Vamos a hacer elecciones, vamos a elecciones adelantadas de la Asamblea Nacional”, agregó.
La estrategia parece ir de la mano con la paralela oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que minutos antes de la declaración del presidente bozudo, aprobó por unanimidad extender su período de funcionamiento por año y medio hasta el 31 de diciembre de 2020.
La medida se haría “para seguir cumpliendo las tareas encomendadas” por Maduro, aseguró sin ningún reparo el número dos de la dictadura venezolana, Diosdado Cabello. La ANC sería la encargada de aprobar la propuesta de Maduro para defenestrar a la oposición, lo cual se da por descontado.
Este organismo, cuya misión es aprobar normas y decretos, ha perseguido a los diputados opositores, 12 de ellos acusados por el Tribunal Supremo de Justicia de conspiración al apoyar una movilización encabezada por Guaidó y un pequeño grupo de militares activos.
Conversaciones con EU
Carlos Vecchio, embajador de Guaidó en Washington, dijo ayer en un mensaje en Twitter que las conversaciones con el Departamento de Estado habían sido “muy positivas”, pero no ofreció más detalles. “Seguimos avanzando”, agregó.
Las conversaciones fueron solicitadas por Guaidó argumentando que la reelección de Maduro en 2018 fue ilegítima.
El propósito de la reunión del lunes era discutir el “rol pasado y futuro” del Departamento de Estado respecto a “asistencia humanitaria y apoyo regional”, indicó un funcionario de la cartera antes de las conversaciones.
El presidente, Donald Trump, y colaboradores de alto rango no han descartado una acción militar, afirmando reiteradamente que “todas las opciones están sobre la mesa”. Washington, sin embargo, ha dejado claro que prefiere ejercer una presión económica y diplomática continua para forzar la salida de Maduro, y muchos expertos afirman que es poco probable que Estados Unidos (EU) utilice su fuerza militar.
Cuentas en Panamá
La policía española allanó ayer varias propiedades vinculadas al exembajador de España en Venezuela, Raúl Morodo, y realizó varios arrestos como parte de una investigación sobre el supuesto lavado de unos 4.47 millones de dólares de la petrolera estatal Pdvsa. Morodo, de 84 años, no fue arrestado por razones de salud, según reportes en medios de comunicación españoles.
El diario El País informó que los detenidos eran sospechosos de facturar por un trabajo que nunca se completó y de lavado de dinero a través de cuentas en Panamá y otros países latinoamericanos.
(Con información de AFP, Reuters, El Nacional, El Universal).