La primera ministra británica, Theresa May, enfrenta una disputa con ministros y legisladores en su Partido Conservador después de negarse a respaldar una reforma a las restrictivas leyes de aborto en Irlanda del Norte, tras la votación en la vecina Irlanda para flexibilizar sus leyes.
Los votantes en Irlanda, otrora un país profundamente católico, respaldaron el cambio por 2 contra 1.
La ministra está recibiendo pedidos dentro de su propio Gabinete para eliminar estrictas leyes contra el aborto en Irlanda del Norte y hacer que la ley sea congruente con el resto del Reino Unido.