El cardenal nicaragüense Miguel Obando y Bravo, un influyente líder religioso y aliado del presidente Daniel Ortega, murió ayer a los 92 años, informó la Iglesia católica.
“Los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) informan el sensible fallecimiento del cardenal Miguel Obando”, obispo emérito de Managua, confirmaron en un comunicado.
Obando presidió la Comisión de Paz y Reconciliación del gobierno, un cargo que Ortega le concedió tras retornar al poder en 2007, en reconocimiento a su experiencia como mediador de numerosos conflictos en la historia reciente de Nicaragua.
En abril pasado, Obando cumplió 50 años de vida episcopal, pero en los últimos meses había reducido sus apariciones públicas.
Obando nació en el seno de una familia campesina el 2 de febrero de 1926 en el pueblo minero La Libertad (este), también cuna de Ortega, de 72 años.
Fue ordenado sacerdote en 1958 y designado arzobispo de Managua en 1970.
En 1985 fue nombrado cardenal por el papa Juan Pablo II, convirtiéndose de esta forma en el primer cardenal centroamericano.
Su nombramiento se produjo en medio de la persecución que sufrieron en esa época los sacerdotes por criticar a la revolución sandinista, que lideró Ortega entre 1979 y 1990.
Mediador
A lo largo de su vida religiosa, Obando participó activamente como mediador en conflictos políticos y armados, tanto durante el régimen del exdictador Anastasio Somoza, como con la entonces guerrilla del Frente Sandinista (FSLN, izquierda) en la década de los años 1970.
El pasado 19 de abril, Ortega destacó en un acto el trabajo de mediación que Obando también realizó en la década de 1980 para alcanzar los acuerdos de paz que pusieron fin a la guerra entre los sandinistas y los excontras.
Sin embargo, Obando también es recordado en Nicaragua por la famosa parábola de la víbora que contó ante miles de feligreses reunidos en la Catedral antes de las elecciones de 1996, en las que Ortega, entonces candidato de la oposición, buscaba retornar al poder.
En su sermón relató que dos hombres se encontraron en el camino a una víbora que se estaba muriendo de frío y que uno de ellos se acercó para darle calor, a pesar de que su amigo le advirtió que era peligrosa, en abierta alusión a Ortega.
“Cuando la víbora revivió por el calor humano que le había dado aquel hombre, el animal lo mordió y lo mató”, relató entonces Obando, un mensaje que los analistas creen habría incidido en la derrota electoral de Ortega ese año.
A pesar de eso, en 2004 Ortega se acercó a Obando y pactaron una polémica alianza, que fue sellada con una misa que el cardenal celebró con motivo de un aniversario de la revolución sandinista.
El papa Juan Pablo II aceptó en 2005, un día antes de su muerte, la renuncia de Obando como arzobispo de Managua. Y, en 2016, los sandinistas lo declararon “prócer de la reconciliación nacional.”
“La Iglesia de Nicaragua está de duelo“, dijo en uncomunicado la Conferencia Espiscopal nicaragüense. Las causasdel fallecimiento del religioso no se conocieron de inmediato.
Trayectoria
Obando y Bravo, un defensor de los derechos humanos, se opuso a la represiva dictadura de la familia Somoza, que gobernó Nicaragua durante 44 años, y apoyó el derecho de los sandinistas de izquierda a utilizar armas para derrocar al Gobierno.
Una vez que los sandinistas asumieron el poder en 1979,mejoraron las condiciones de vida de algunos nicaragüenses, pero fueron criticados por sus propios abusos a los derechos humanos y por etiquetar a los líderes de la Iglesia como “contrarrevolucionarios” al servicio de Washington.
Eso llevó a un enfrentamiento entre Obando y Bravo y Daniel Ortega, quien encabezó el gobierno sandinista respaldado por Cuba en la década de 1980.
El cardenal calificó a lossandinistas de impíos y apoyó a sus oponentes derechistas, respaldados por Estados Unidos, los contras.
Más tarde, Obando y Bravo se reconcilió con los sandinistas y ofició en la boda de Ortega en 2005 con su compañera de toda la vida, Rosario Murillo.
Obando y Bravo fue arzobispo de Managua desde 1970 hasta 2005 y declarado “Prócer Nacional de la Paz y la Reconciliación” en 2016.
Se retiró de la vida pública en los últimos años y no hizo declaraciones sobre la muerte de al menos 96 personas en recientes protestas contra Ortega, quien regresó al poder en 2007.
El gobierno de Ortega lamentó la muerte de Obando y Bravo y decretó tres días de duelo nacional.
El funeral del cardenal emérito se llevará a cabo hoy, lunes.

