La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) ganó ayer el Nobel de la Paz, tras una década de esfuerzos para prohibir la bomba atómica, en un contexto de tensión con Corea del Norte e Irán.
Setenta y dos años después de las bombas atómicas estadounidenses sobre Hiroshima y Nagasaki, el Comité del Nobel quiso resaltar los incansables esfuerzos de la ICAN para librar al mundo de las armas nucleares.
Con ello, mandó también un mensaje a las potencias nucleares para que inicien “negociaciones serias” destinadas a eliminar su arsenal.