Nueva comarca ocupará áreas protegidas en Bocas del Toro y Chiriquí

Nueva comarca ocupará áreas protegidas en Bocas del Toro y Chiriquí


La Asamblea Nacional (AN) aprobó por insistencia la semana pasado el proyecto de ley No. 656, que crea la comarca Naso Tjër Di, luego de que el presidente Juan Carlos Varela vetara la iniciativa el 14 de diciembre pasado.

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Proyecto de ley 656 que crea la comarca Naso Tjér Ni

La sexta comarca indígena ocupará 146 mil 863 hectáreas de área protegida del Parque Internacional La Amistad (PILA) y el bosque protector Palo Seco, entre Bocas del Toro y Chiriquí.

Es decir, el 91% de su territorio estará en reservas ambientales. Su extensión total suma 160 mil 616 hectáreas, según indica la propuesta legislativa.

El Ministerio de Ambiente informó que no ha recibido notificación sobre el contenido de dicha normativa. Además, la institución no tuvo participación en la discusión final del proyecto, en la que este fue aprobado por insistencia.

Varela objetó el proyecto de ley No. 656 porque consideró que se obviaron requerimientos como consulta pública y estudios técnicos previos.

La iniciativa fue presentada a la AN por los diputados del Partido Revolucionario Democrático Ausencio Palacio y Benicio Robinson.

La Asamblea aprueba por insistencia nueva comarca

Un total de 146 mil 863 hectáreas de área protegida del Parque Internacional La Amistad (PILA) y el bosque protector de Palo Seco serán parte de la comarca Naso Tjër Di, después de que la Asamblea Nacional aprobó la semana pasada, por insistencia, el proyecto de ley No. 656, que crea la sexta comarca indígena del país bajo el sistema de la “propiedad colectiva”.

De ese total de hectáreas, 125 mil 141 hectáreas están dentro del PILA y 21 mil 722 hectáreas pertenecen al bosque protector de Palo Seco, ambas reservas entre Bocas del Toro y Chiriquí.

El PILA fue declarado en 1983 por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) como Patrimonio de la Humanidad, categoría que Panamá comparte con el vecino país de Costa Rica.

La reserva natural tiene 400 mil hectáreas, de las cuales, 207 mil están en Panamá y 193 mil en territorio costarricense.

Sin notificación

Con la aprobación de esta comarca, un aspecto que inquieta a las organizaciones defensoras del ambiente es el manejo que se le dará a más del 60% del PILA, que es el porcentaje de hectáreas traspasadas a la región indígena del lado de Panamá.

Y es que el Ministerio de Ambiente (Miambiente) informó que no ha recibido una notificación formal por parte de Asamblea Nacional sobre el contenido de dicha normativa. Además, la entidad no tuvo participación en la discusión final, en la que se aprobó por insistencia, luego de que el Ejecutivo vetó el proyecto.

El presidente Juan Carlos Varela decidió, el 14 de diciembre del año pasado, objetar por inconveniente e inexequible el proyecto de ley No. 656 que, como se dijo, crea la nueva comarca Naso.

El mandatario consideró que esta iniciativa obvió requerimientos, como consultas públicas y estudios técnicos previos.

La nueva comarca, segregada del distrito de Changuinola, en la provincia de Bocas del Toro, tendrá como cabecera la comunidad de Sieyic, en la ribera del río Teribe, donde está la sede del rey naso.

El territorio de la comarca será gobernado por el Consejo General Naso y cuya máxima autoridad es el rey, que tendrá un suplente.

Origen del proyecto

La iniciativa llegó a la Comisión de Asuntos Indígenas de la Asamblea Nacional de manos de los diputados del Partido Revolucionario Democrático (PRD) Ausencio Palacio y Benicio Robinson el 17 julio de 2018, y fue prohijada el 9 de octubre de 2018.

Según el documento, la comarca tendría un área total de delimitación de 160 mil 616 hectáreas y las tierras ubicadas dentro del territorio naso tjër di son propiedad colectiva del pueblo, que poseerá sus derechos de manera perpetua y las usufructuará con el fin de lograr su bienestar económico, social, cultural y político, de acuerdo con lo establecido en el artículo 127 de la Constitución Política de la República de Panamá.

Además, los títulos de propiedad y los derechos posesorios, adquiridos previo a la vigencia del proyecto 656, serán reconocidos por las autoridades tradicionales de la nueva comarca Naso Tjër Di.

En la sustentación de motivos, Palacio planteó que la comunidad naso está “en riesgo” de verse reducida en la territorialidad que le corresponde, debido a la titulación permitida por las autoridades administrativas, realidad que se ha estado dando con el pasar de los tiempos y de los gobiernos.

Manejo ambiental

El biólogo del Centro de Incidencia Ambiental Isaías Ramos señaló que como organización reconocen el legítimo derecho que tienen los pueblos indígenas sobre sus tierras, así como sus derechos ancestrales.

Sin embargo, sostuvo que el proyecto, presentado y ratificado por el Legislativo, careció de estudios y programación directa en cuanto a la gobernanza social y ambiental que se daría en los territorios del PILA y Palo Seco.

Añadió que hay dudas en cuanto al manejo que habrá con los diferentes grupos que viven en la zona, como son los bribri, ngäbe y mestizos, y sobre cuál va a ser el papel e instrumento de acción directo que tendrá el Estado en un sitio de alta biodiversidad, que es Patrimonio de la Humanidad.

Susana Serracín, miembro de la Alianza para la Conservación y el Desarrollo, consideró que es importante visualizar primero que todo que el PILA y el bosque protector de Palo Seco, desde antes de su creación, han contribuido en gran medida a la existencia de la etnia naso y, a su vez, este pueblo ha sido depositario de muchos conocimientos sobre los ecosistemas donde viven, ayudando a su conservación.

Para Serracín, es evidente que hay una ausencia generalizada durante todos estos años de políticas y planes orientados a garantizar la protección de este pueblo en esta área protegida.

Otro de los grandes problemas es la fragmentación de los hábitats, cuyas implicaciones en términos socioambientales no han sido suficientemente evaluadas, añadió.

Incluso, en los últimos años, el PILA se ha visto afectado por la deforestación, desarrollo de carreteras y la construcción de hidroeléctricas. Ambos temas han sido expuestos por la Unesco en informes remitidos a Panamá.

Este medio trató de obtener una versión del rey naso, Reynaldo Santana, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta.

No obstante, durante la discusión del proyecto su mensaje fue claro: “las tierras que están dentro del PILA nos pertenecen. Nosotros llegamos allí hace 500 años, y hace 40 años solicitamos crear la comarca”.

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