Los observadores electorales de la Organización de los Estados Americanos (OEA) pidieron ayer un balotaje en Bolivia para dirimir los reñidos comicios entre el presidente Evo Morales y su principal rival, Carlos Mesa.
La polémica por el conteo de votos tras la elección del domingo desencadenó violentas movilizaciones a favor y en contra de Morales, que busca ser reelecto en primera vuelta para un cuarto mandato consecutivo.
“Debido al contexto y las problemáticas evidenciadas en este proceso electoral, continuaría siendo una mejor opción convocar a una segunda vuelta”, dijo el director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral de la OEA, Gerardo Icaza.
Cuando falta por escrutarse el 3% de los sufragios válidos nacionales, Morales acumula el 46.03% de los votos frente al 37.35% de Mesa, según datos del Tribunal Supremo Electoral, una diferencia que, aún cuando supera el 10%, “estadísticamente es razonable concluir que será por un porcentaje ínfimo”, dijo Icaza.
Para evitar un balotaje, el ganador debe obtener mayoría absoluta, o al menos el 40% de los votos con una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el segundo.
Al presentar en Washington el informe preliminar de la Misión de Observación Electoral de la OEA en Bolivia, Icaza dijo que fueron vulnerados los principios de “certeza, legalidad, transparencia, equidad, independencia e imparcialidad” de toda elección.
“El clima de polarización, la desconfianza en el árbitro del proceso electoral y la falta de transparencia de su accionar, así como la inequidad en la contienda y lo ajustado del desenlace de los comicios, han generado una alta tensión política y social”, dice el reporte.