El Opus Dei informó ayer que uno de sus sacerdotes es investigado por denuncias de abuso sexual contra menores en Chile hace dos décadas.
La conservadora prelatura, que había permanecido alejada del escándalo por las denuncias de abusos sexuales contra menores por parte de sacerdotes en la nación sudamericana, dio cuenta, por primera vez, en un comunicado sobre la investigación que afecta al cura Patricio Astorquiza, 82 años.
Astorquiza es indagado desde octubre del año pasado, antes de que los afectados presentaran sus denuncias en diciembre y enero últimos ante un organismo encargado de recibir testimonios relacionados con abusos sexuales a menores. El sacerdote fue apartado del ejercicio público, según el comunicado.
El Opus Dei dijo que remitirá el resultado de su investigación a la Congregación de la Doctrina para la Fe, en el Vaticano, encargada de indagar y sancionar los abusos sexuales contra menores por parte de miembros de su clero.
La Iglesia católica chilena está inmersa en un escándalo por centenares de denuncias de abusos sexuales contra menores de edad por parte de sus miembros.
Hace un par de semanas, una teóloga e ingeniera denunció “horribles” abusos cuando era menor por parte del sacerdote jesuita Renato Poblete, hasta ahora muy respetado y con cuyo nombre incluso se bautizó un parque de Santiago.
El escándalo por los abusos en la Iglesia chilena reventó durante la visita hace un año del papa Francisco, quien, en enero de 2018, defendió ardorosamente a un obispo acusado de encubrir abusos sexuales del peor cura pedófilo de este país. En su defensa, el pontífice calificó a los abusadores de mentirosos, lo que desató un escándalo internacional.
Una comisión investigadora de los abusos sexuales en Chile, designada por Francisco, concluyó que los obispos chilenos practicaron por décadas la cultura del abuso y del encubrimiento, lo que llevó a la dimisión de sus 31 obispos activos.
