Los pacientes de enfermedades críticas, crónicas y degenerativas llevan tres años sin medicamentos, debido a que la compra que debía realizar la Caja de Seguro Social (CSS) en el año 2015 todavía no se concreta.
Orlando Quintero, de la Federación Nacional de Asociaciones de Pacientes con Enfermedades Críticas, Crónicas y Degenerativas, indicó que durante todo este tiempo pocas han sido las opciones dadas a los asegurados para suplir sus necesidades, poniendo en riesgo su salud.
La CSS informó que ya elaboraron los contratos para la compra de 71 fármacos por $35.7 millones.
TRES AÑOS SIN MEDICAMENTOS
Los miembros de la Federación Nacional de Asociaciones de Pacientes con Enfermedades Críticas, Crónicas y Degenerativas (Fenaeccd) están a la espera de que la licitación 02-2015 finalmente se traduzca en un beneficio para la salud de los pacientes.
Se trata de un acto público convocado por primera vez por la Caja del Seguro Social (CSS) en febrero de 2015 durante la administración de Estivenson Girón, a fin de adquirir 85 renglones de medicamentos de alto riesgo sanitario por un precio de referencia de $45.6 millones.
No obstante, una serie de tropiezos administrativos ha impedido que —casi tres años después— las medicinas lleguen a las farmacias de la institución.
De febrero de 2015 a la fecha, los miembros de la federación han denunciado la nula o escasa existencia de medicinas para la atención de padecimientos hematológicos, neurológicos, trastornos mentales, virus de inmunodeficiencia adquirida y cáncer, entre otros.
Cansados de esperar, pacientes y médicos de hematología del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid protestaron en septiembre del año pasado y las autoridades de la CSS buscaron paliativos, como por ejemplo, compras directas de pequeños lotes de fármacos.
POCAS LAS ALTERNATIVAS
Orlando Quintero, presidente de la federación, señaló que durante todo este tiempo —35 meses— son pocas las alternativas que han tenido los pacientes para suplir sus necesidades.
Detalló que son más de 200 mil las personas afectadas por esta situación, toda vez que el asegurado que no tiene los recursos económicos para comprar las medicinas está obligado a suspender su tratamiento, poniendo en riesgo su salud y comprometiendo este proceso.
La vicepresidenta de la organización, Emma Pinzón, planteó que este procedimiento se ha dilatado y los pacientes no pueden seguir esperando.
Añadió que las autoridades deben comprender que la situación que vive esta población, en condiciones de salud crítica, “no es una cuestión de caridad, sino de derecho humano”.
A Pinzón también le inquieta la realización de la próxima licitación, que corresponde al periodo 2019, ya que la realizada en 2015 aún no ha concluido.
“Como federación estamos muy necesitados de que se entreguen estos contratos [de la licitación 02-2015] para que se pueda hacer una nueva convocatoria este año y evitar que para 2019 volvamos a enfrentar la falta de medicinas”, advirtió Pinzón.
‘ESTAMOS TRABAJANDO’
Ante los planteamientos de la federación de pacientes, Simón Sotillo, subdirector de Logística de la CSS, manifestó que la compra ha sido retomada de manera exitosa y que en los próximos meses todas las instalaciones de salud deben estar abastecidas de medicamentos.
Añadió que como parte de esta licitación se recibieron ofertas de 26 casas distribuidoras de medicamentos del sector local, adjudicando 71 de los 85 renglones de fármacos, por un costo de $35.7 millones.
El funcionario detalló que a partir del total de renglones adjudicados se han confeccionado 61 contratos, los cuales deben ser revisados y aceptados por los proveedores para que posteriormente el director de la CSS, Alfredo Martiz, los firme para ser enviados a la Contraloría General de la República para su respectivo refrendo.
Especificó que de los 61 contratos confeccionados, 10 ya han sido firmados por los proveedores, mientras que unos 35 son evaluados por los diferentes distribuidores y el resto en espera de que las empresas acudan a retirar el contrato.
Para adelantar un poco el procedimiento ante la Contraloría, todos los contratos hechos por la CSS han sido elaborados con asistencia de personal de esa entidad fiscalizadora, de tal manera que cuando sean firmados por los proveedores y el director de la CSS, el refrendo sea de forma más expedita.
Sotillo dijo que la mayoría de las empresas que se adjudicaron los renglones ha asegurado contar con disponibilidad inmediata del producto.
“Estamos trabajado fuertemente para que lo más pronto posible los 71 renglones estén totalmente abastecidos”, dijo.
Aclaró que hay 10 contratos de fármacos que no se han elaborado porque no se requieren de manera urgente.
Con respecto a la licitación correspondiente al año 2019, Sotillo aseguró que ya desde la CSS está gestionando el tema.
El funcionario adelantó que se realizará un análisis de las demandas de uso de estos medicamentos y se ha previsto hacer la convocatoria para este nuevo acto público en agosto próximo.
ANTECEDENTES
En febrero de 2015, la CSS llevó a cabo la licitación número 02-2015 en la que exigía que los productos farmacéuticos contaran con certificaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos o de la Agencia de Medicamentos de Europa (FDA y EMA, por sus siglas en inglés, respectivamente).
La institución de seguridad social proponía que las compañías presentaran certificación del producto comercializado en, por lo menos, uno de los países con altos estándares, o certificación de cinco o más años de adquisición en instituciones públicas del sector salud de Panamá.
No obstante, el Ministerio de Salud consideró que esas exigencias no eran “necesarias”, y mediante la Resolución No. 1655 anuló las pretensiones de la CSS, lo que obligó a esta última institución a convocar a un nuevo acto público.
Fue entonces cuando en febrero de 2016 la Fenaeccd presentó un amparo de garantías ante la CSJ, toda vez que consideraba que las vidas de sus agremiados estaban “en riesgo”.
La Corte falló ocho meses después, en octubre de 2016, a favor de los pacientes y ordenó a la CSS convocar un nuevo acto con los requisitos que considerara necesarios.
En mayo de 2017, la CSS retomó la licitación con los nuevos requisitos.