Panamá se convirtió en noticia internacional durante este fin de semana, luego de que la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) anunció el proceso de cancelación del registro bajo bandera panameña de la nave Aquarius.
Se trata de un buque de salvamento para migrantes y refugiados que atraviesan el Mediterráneo en embarcaciones improvisadas, de Libia a Italia, en el contexto de la crisis de los refugiados en Europa.
Un comunicado de la AMP indica que la acción contra la embarcación obedece a reportes internacionales en los que se señala que la nave está desatendiendo los procedimientos jurídicos internacionales en materia de inmigrantes y refugiados auxiliados en las costas del mar Mediterráneo.
“La principal queja dimana de las autoridades italianas, que han reportado que el capitán de la nave ha rehusado devolver a los inmigrantes y refugiados auxiliados a su lugar de origen”, indica la AMP.
Ante esta decisión, la organización francesa SOS Méditerranée y Médicos Sin Fronteras (MSF) emitió ayer un comunicado en el que mostró su inquietud y aseguró que “las acusaciones del Gobierno italiano no tienen fundamento”.
El Aquarius cumple con los estándares marítimos y con las rigurosas especificaciones técnicas exigidas para poder navegar bajo bandera de Panamá, indicó.
“SOS Méditerranée y MSF denuncian enérgicamente las maniobras y presiones del Gobierno italiano y afirman que esta acción es solo una prueba más de su determinación para garantizar que miles personas vulnerables sigan muriendo en el mar”, dice la nota.
Finalmente, solicitan a los gobiernos europeos que se permita al Aquarius continuar con su respuesta humanitaria.

