Los querellantes en el proceso que se le sigue al expresidente Ricardo Martinelli por los pinchazos pedirán al tribunal de juicio que cite como testigos al magistrado de la Corte Suprema de Justicia Harry Díaz y a una “amiga íntima” del exgobernante.
Así lo reveló ayer Carlos Herrera Morán, vocero de los querellantes, quien precisó que solicitarán estos testimonios como “pruebas extraordinarias” para el caso.
Explicó que Díaz –que fue fiscal del caso cuando este fue ventilado en la Corte– toma importancia por las declaraciones que ofreció el pasado miércoles, según las cuales, Martinelli le confió que espiaba “a una hembrita con la que andaba” y que incluso sus abogados saben que espió. “Yo sé que él pinchó por lo menos a una persona, porque me lo dijo”, declaró Díaz en Debate Abierto.
La “amiga íntima” del exgobernante sería Aurora Muradás, citada en una declaración jurada de un antiguo agente del Consejo de Seguridad Nacional e igualmente citada por el testigo protegido de la Fiscalía.
“...Naturalmente que un ‘target’ importante para Martinelli era Aurora Muradás. Ella era su amante y Martinelli pidió que la espiáramos...”, dijo el funcionario del Consejo de Seguridad Nacional.
Los ‘encargos’ de Martinelli para espiar ‘amigas’
Olmedo Alfaro, uno de los primeros jefes del Consejo de Seguridad Nacional (CSN) en el gobierno pasado, el magistrado de la Corte Suprema de Justicia Harry Díaz y el testigo protegido en el proceso que se le sigue al expresidente Ricardo Martinelli por los pinchazos, confirmaron que este espiaba a sus parejas.
De acuerdo con la declaración jurada de un antiguo agente del Consejo de Seguridad Nacional, un “target importante para Martinelli era Aurora Muradás. Ella era su amante y Martinelli pidió que la espiáramos. Ese seguimiento fue realizado exclusivamente por Ronny [Rodríguez, entonces subdirector del CSN], que nos dijo que el presidente Martinelli se pondría feliz”.
Esta declaración jurada está contenida en el affidávit que fue entregado a la Corte del Distrito Sur de la Florida como parte de la extensa documentación aportada por las partes dentro del proceso para decidir la extradición de Martinelli a Panamá.
Martinelli perdió el proceso y fue extraditado por Estados Unidos a Panamá el 11 de junio de 2018 por el caso de las escuchas, y sobre él pesa actualmente una medida de depósito domiciliario mientras enfrenta el juicio ante la justicia ordinaria.
El testigo protegido de la Fiscalía en el juicio de los pinchazos también declaró bajo juramento una historia muy similar que corrobora el espionaje ordenado a las parejas del expresidente.
Wikileaks
En tanto, cables del Departamento de Estado de Estados Unidos, filtrados por Wikileaks en mayo de 2011, revelaron una segunda intención que tenía Martinelli al solicitarle a la entonces embajadora de Estados Unidos en Panamá, Bárbara Stephenson, que le facilitara el programa Matador, diseñado por el Gobierno estadounidense para escuchar a traficantes de drogas.
Según los cables, Martinelli no solo amenazó con reducir la cooperación en la lucha antidrogas si EU no le ayudaba con el sistema de escuchas.
Además, su propósito era espiar a su esposa, Marta Linares de Martinelli, según consta en un cable enviado a Washington por la embajadora Stephenson, basado en el testimonio de Olmedo Alfaro, jefe del CSN en 2010.
De acuerdo con dicho cable, Alfaro le confió a un agente de drogas de EU que Martinelli tenía una segunda intención con el sistema de escuchas. “Alfaro dijo que tenía órdenes del presidente de averiguar quién se acostaba con su esposa”, dice el cable.
La confesión a Díaz
Por su parte, el magistrado de la Corte Suprema de Justicia Harry Díaz y exfiscal de la causa de las escuchas cuando esta estuvo bajo la competencia del máximo tribunal de justicia, reveló el pasado miércoles en una entrevista en Debate Abierto otra confesión de Martinelli sobre el espionaje.
Díaz aseguró que en una visita a la Presidencia para gestionar fondos para la carrera judicial, Martinelli le dijo: “Harry, las hembritas juran que son más vivas que uno. Allí tengo una que dice que yo soy el único amigo íntimo, pero le tengo una grabación con el otro, para que vean que uno no es pendejo”.
“Yo sé que él [Martinelli] pinchó, por lo menos a una persona”, aseguró Díaz.
El magistrado reveló que informó de esa situación a la defensa de Martinelli y le recomendó que admitiera el delito, indemnizara a las víctimas y al Estado, y que Martinelli pasara un tiempo en la cárcel.
Citarán testigos
Carlos Herrera Morán, vocero de los querellantes en el proceso de las escuchas, informó que pedirán al tribunal de juicio que cite como testigos a Díaz y a la “amiga íntima” del expresidente Martinelli.
“Hemos conversado con el magistrado de la Corte Suprema Harry Díaz y está dispuesto a venir a esta sala y decir todo lo que sabe con relación al caso pinchazos”, dijo ayer Herrera Morán.
Precisó que el magistrado tiene información importante del caso de los pinchazos que no ha podido revelar, porque ejercía como fiscal del proceso cuando estuvo en la Corte.
El 9 de octubre de 2015, Díaz presentó una vista fiscal en la que acusó a Martinelli por la presunta comisión de delitos contra la inviolabilidad del secreto y el derecho a la intimidad, y dos formas de peculado, y solicitó la aplicación de una pena de 21 años de prisión.
El 7 de diciembre de 2018, el pleno de la Corte declinó su competencia en el caso hacia un tribunal de juicio, luego de que Martinelli renunció como diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen).
Defensa: desesperado
A su turno, los abogados del expresidente Martinelli criticaron las declaraciones efectuadas por el magistrado Díaz.
Para Carlos Carrillo, es “muy cuestionable” que un magistrado de la Corte rinda declaraciones y haga señalamientos en un proceso penal en el que actúan subalternos del sistema judicial.
Advirtió que esas declaraciones de Díaz contaminan el ambiente del juicio.
Carrillo indicó que el propio Díaz, cuando actuó como fiscal, fue quien dilató el proceso en la fase intermedia al solicitar vacaciones en dos ocasiones.
Además, señaló que una posible comparecencia del magistrado como testigo generaría más dudas en el proceso, ya que Díaz está claramente prejuiciado y no sería un testigo objetivo.
Carrillo reconoció que en dos ocasiones acudió a las oficinas de Díaz durante la fase intermedia del proceso, y aclaró que fue para discutir asuntos relacionados con el caso.
Mientras, Sidney Sittón, también abogado de Martinelli, calificó las declaraciones de Díaz como un “acto desesperado y abrumado” de un magistrado que en cinco meses entra al “sector privado ... en el que estará privado de autos, viáticos, secretaria y que ahora está tratando de llamar la atención”.
Con relación a los hechos que el magistrado expuso en la entrevista en Telemetro, alegó que este debió presentar la denuncia correspondiente cuando tuvo conocimiento de que el entonces presidente de la República supuestamente había grabado a una “amiga íntima”.
A su juicio, el magistrado cometió faltas a la ética al criticar públicamente el fallo del tribunal de juicio oral, que cambió la medida cautelar de detención provisional impuesta al exmandatario al inicio del proceso y la reemplazó por un depósito domiciliario.
Doens culmina
Entretanto, el dirigente del Partido Revolucionario Democrático (PRD) Mitchell Doens culminó ayer su declaración como testigo de la fiscalía en el juicio.
En su comparecencia, el testigo se ratificó en el hecho de que en una visita a Martinelli en la cárcel El Renacer, este le aseguró que lo había pinchado, pero con autorización judicial. Sin embargo, afirmó que cuando acudió a la Secretaría de la Corte Suprema para verificar esa situación, se le informó que no existía documentación alguna en ese sentido.
Doens alegó que en esa ocasión Martinelli le ofreció a cada querellante la suma de $75 mil para que solicitaran a la Corte la suspensión del proceso durante dos meses, con el fin de alcanzar un acuerdo extrajudicial.
El ex secretario general del PRD también ratificó que durante una reunión en la que se encontraban presentes los empresarios Alfredo Alemán y Gabriel Btesh, este último le ofreció un salario de $10 mil mensuales para bajar la intensidad de críticas al gobierno de Martinelli.
En la audiencia de ayer, Doens dijo estar dispuesto a someterse a la prueba del polígrafo con Alfredo Alemán, a fin de establecer que él no miente. Esto, luego de que Alemán aseguró en el diario Metro Libre que la versión del dirigente del PRD es falsa.
Por su parte, el fiscal William Granados, del equipo de fiscales del Ministerio Público en el juicio y experto en tramitación del sistema penal acusatorio, sostuvo que el testimonio de Doens respalda la teoría del caso de la fiscalía, luego de que reconoció ante el tribunal de juicio varios de los correos electrónicos que le fueron interceptados por agentes del Consejo de Seguridad Nacional.
Granados alegó que Doens fue claro al reconocer cerca de 30 correos electrónicos que le fueron interceptados sin existir una orden judicial y que ello prueba la comisión de una conducta ilícita.
El juicio continuará hoy con la comparecencia de un nuevo testigo que presentará la fiscalía y cuya identidad no había sido informada a los medios hasta ayer a la hora de cierre de esta edición.