Los países que firmaron el acuerdo nuclear con Irán en 2015, excepto Estados Unidos, se reunirán la próxima semana en lo que muchos diplomáticos temen sea un esfuerzo enorme para mantener vivo el pacto después que se reanuden sanciones estadounidenses contra exportaciones de crudo iraní en noviembre.
Ministros de Reino Unido, China, Francia, Alemania, Rusia e Irán se reunirán el lunes por la noche en Nueva York para lidiar con la decisión del 8 de mayo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirar a su país del acuerdo y restaurar las sanciones contra Irán en toda su magnitud.
Su delicada tarea, quizás poco realista, es crear un caso en virtud del cual Teherán respete los límites a su programa nuclear estipulados en el acuerdo, pese a la retirada de Washington, que despojó a Irán de muchos de los beneficios económicos que le prometieron.
El presidente iraní, Hassan Rohani, “necesita argumentos para defender el acuerdo frente a los radicales. Necesita que le demos munición”, comentó un alto diplomático europeo en referencia a iraníes de línea dura que se oponen al acuerdo.
“Estamos tratando de darle municiones, pero, para ser honestos, lo que podemos hacer es limitado”, agregó el diplomático.
El punto crucial del pacto, negociado por casi dos años por el gobierno de Barack Obama, es que Irán tiene que restringir su programa nuclear a cambio de la relajación de sanciones que han golpeado a su economía.