Un día después de dejar la presidencia de Perú, Pedro Pablo Kuczynski recibió ayer sábado la prohibición de abandonar el país sudamericano por 18 meses, y sus dos casas fueron allanadas, parte de un escándalo por sus presuntos nexos con Odebrecht.
Juan Sánchez, magistrado del primer juzgado de investigación, ordenó tras una sesión de poco más de una hora que Kuczynski permanezca de forma obligatoria en Perú mientras es investigado por el presunto delito de lavado de activos ligados a Odebrecht.
El fiscal Hamilton Castro dijo que existía una “sospecha criminal” que obligaba a incorporar a Kuczynski como investigado.